Como café o wine bar, hay un nuevo lugar que parece una joyita escondida en Polanco, se llama Goya Taller y te platicamos por qué es buena idea visitarlo (de noche y de día).
Estás en Polanco, entras a un wine bar y una parte de ti sabe cómo será: te presentan con un menú (breve y delicioso) y, el highlight, una carta muy selectiva de vinos de nicho presentada con un lenguaje lleno de términos técnicos. Las opciones quizás te abruman y te das cuenta que realmente tendrías que probarlo todo para entender lo que el sommelier te explica tan detalladamente.
“Lo muy técnico pone una brecha entre el restaurante y el cliente”, comparte Mau, el fundador de un lugar que busca dejar atrás todas las pretensiones para llegar directamente al corazón de los clientes, como tu café de confianza por el día y un wine bar divertido por las noches.
¿Cuál es el concepto de Goya Taller?
Entre tantos restaurantes de cadena y propuestas de gran magnitud en la zona, a tres pasos de Masaryk hay un local que realmente te hace sentir como en casa. Aquí la hospitalidad es el núcleo y se llama Goya Taller. El nombre de este rincón lleva el apellido del abuelo de Mau y es coronado por un concepto que hace perfectamente sentido con el lugar: sí, es un taller, en constante experimentación para recibir a la gente con propuestas que no dejan de ser ocurrentes.
Goya Taller ese lugar cozy que rinde homenaje al sentimiento abrazador de tu cafetería de todos los días, pero que también es tu amigo de confianza foodie sin miedo a ofrecerte sus inventos más recientes…. como sus investigaciones en materia de gelateria.
En la barra que han introducido como un lugar escondido en el café apenas hace un mes, no me lo creerás, pero un helado de Yakult con vodka ha sido de nuestros descubrimientos favoritos del mes y la mejor opción para concluir una cena en un tipo “bar japonés” que llegó como otra faceta del lugar para que las personas vengan por una copa sin que la comida deje de ser un punto determinante.
Su chef actual, Brandon, que recorrió cocinas en Japón, crea una carta de 7 platillos que hagan eco con el ADN Goya Taller, como bien dice Mau, “que no deje de ser divertido y genuino”. Y mientras escuchas una playlist que reúne a Bad Bunny con baladas y boleros en un atmósfera relajada donde ves la luz tenue de una veladora sobre una barra frente a la cocina, tu paladar baila con los platillos que van saliendo.
¿Qué pedir en Goya Taller?
¿Nuestros favoritos? Sus chips de arroz con nori y la mostaza de la casa Goya Chilli Crunch es perfecto para abrir boca. Conocimos la mejor versión de los ejotes en un dip mientras disfrutamos el crudo del día en un aguachile de ume. Como platos calientes, la alita rellena de camarón y cerdo es la comfort food que todo wine bar necesita, pero no debe reemplazar el lomo de cerdo con curry rojo.
Desde el Goya Spritz hasta un Viognier Macerado, los de Riesling, Rosé Pinot Noir, espumoso o sencillamente tinto de la casa encuentran su copa para acompañar la noche.
Pero ¿qué hay del café? En las mañanas, pocos tipos de pan pero bien elegido, una barra de café y un menú que ofrece desayunos con platillos como el consentido: flat bread con huevo pochado.
“Un lechero y un jugüito” es el mejor plan para recibir la mañana en Goya Taller. Pero claro, como cualquier café de confianza, no te fallan con un sándwich de jamón y queso en un lugar de brazos abiertos. Con esa hospitalidad, su fundador Mau recibe a todos sus clientes, ya sea para desayunar o echar lunch, una fiesta de azulitos o una reunión con marimba, donas y helados (sí, leíste bien).
Debe estar conectado para enviar un comentario.