Ante la situación de emergencia que se está viviendo en todo el mundo, contener y prevenir el esparcimiento del coronavirus es una prioridad absoluta, el problema es que muy pocos países han logrado estar a la altura de la situación.
Hong Kong, Corea del Sur y Singapur son dos ejemplos de lo que se puede lograr si se hace frente a la situación de manera ejemplar. Ellos usaron algo conocido como contact tracing (rastreo de contactos), que parece algo nuevo, pero realmente se ha hecho durante todas las epidemias.
Contact tracing es el rastreo de la gente enferma, así como de las personas con las que pudo tener contacto antes de ser diagnosticada. Desde que surgió en Wuhan, China, se hizo el intento de rastrear el contacto entre los enfermos, pero fue imposible. Hong Kong, Corea del Sur y Singapur impusieron fuertes filtros de seguridad para evitar que el virus se esparciera sin control y al mismo tiempo crearon apps que permitieron rastrear la enfermedad de manera digital.
Esto es lo que Apple y Google están planeando hacer. No se trata de una app, sino de tecnología que permita que los smartphones puedan combatir la enfermedad al ayudar a la gente a saber si hay focos de infección cerca o si han estado con alguien enfermo.
Las dos empresas buscan implementar esta tecnología para que funciona a partir de pulsaciones de bluetooth, y que éstas estén en contacto con otros smartphones cercanos. Si en algún momento alguien se enferma por el COVID-19, puede hacerlo de manera anónima y la plataforma alertará a quienes han estado cerca de esa persona y a la gente alrededor de los otros usuarios, haciendo del contact tracing algo digital.
Es importante notar que Apple y Google no están creando una app, sólo la tecnología que permita hacer de esto algo viable, eficaz y seguro para la privacidad de la gente. Con las brechas de seguridad que existen, es difícil ganarse la confianza de los usuarios al permitir que sus movimientos puedan rastrearse para emitir alertas sobre una enfermedad, pero si dos de las empresas más grande del mundo unen fuerzas, puede que lo logren.
Las dos empresas apenas anunciaron esta colaboración, por lo que se espera que a mediados de mayo llegue a los sistemas de salud y gobierno estadounidense, donde las pruebas a gran escala comenzarán, pero también se necesita desarrollar las apps, probarlas y esperar que otros gobiernos hagan uso de ella.
También es relevante el punto de que ellos no interfieren en decirle a la gente qué hacer o cómo llevar una cuarentena, y que para que esto funcione, la población debe tener acceso a pruebas de diagnóstico y debe ser responsable con la información que comparte. De ser posible la realización de estas apps, existe la posibilidad de que la gente suba falsos positivos o simplemente genere desinformación al mentir diciendo que está enferma.
Esta colaboración llega en un momento crítico y aún no se sabe cómo funcionará de manera oficial, pero puede ser vital para reducir la curva y ayudar muchísimo cuando la gente finalmente pueda salir de su hogar, pero el distanciamiento social continúe.
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