Las grandes ideas no son prefabricadas. Si un restaurante nace por una plática en una sala de juntas entre ejecutivos de un hotel que no tienen idea de gastronomía y solo necesitan llenar un espacio en su complejo, la probabilidad de que ese lugar sea uno entre miles es alta.
Glou Glou es un restaurante que acompaña el complejo de hospitalidad Casa To en Puerto Escondido y su historia demuestra que está destinado al éxito. En épocas de pandemia, el chef Luis Pabón y la sommelier Gabriela Moreno comenzaron a hacer pequeñas cenas con grupos pequeños de amigos y conocidos en su hogar en Buenos Aires. Ahí disfrutaban de cenas maridajes que la dupla ejecutaba con la presición que solo las parejas realmente sincronizadas logran.
Ahora, el chef y la sommelier se aventuraron a venir al norte del continente para seguir esta tradición que aquí se ha convertido en uno de los proyectos gastronómicos más importantes de Puerto Escondido.
Glou Glou funciona como un restaurante independiente al hotel, pero sin duda es un espacio que hace sentir a cualquiera en casa. Durante el día cuentan con menús que encuentras en muchos lugares. Desayunos como yogurt con granola, omelette de ricotta o pancakes de elote te preparan para un gran día.
Durante las tardes, el wine bar inicia la dinámica perfecta, con platillos como brioche tostado con ojotón en escabeche, aguachile de sandía y pesca o coliflor con curry y chutney de guayaba que se marida con una selección de vinos que Gabriela ha ido eligiendo personalmente para resaltar no solo el sabor de los platillos, sino la esencia de la playa de Puerto Escondido.
Si bien Glou Glou excede las expectativas en cada platillo, es durante su cena maridaje de siete tiempos donde brillan como nunca. Este chef’s table con un maridaje extraordinario es un evento único que tienes que vivir en Puerto Escondido. Imagina iniciar tu día en una de las playas más hermosas y románticas de Puerto Escondido, disfrutar del oleaje, la tranquilidad, la música y el atardecer de este lugar para terminar la noche en una mesa donde se sirven platillos como un pulpo y melón a la parrilla, con ajo blanco, sopa fría de almendras y epazote.
Los vinos de Gabriela son tan especiales que pensar en un vino natural es sentir que se trata de algo natural y establecido. Con ella las sorpresas en la uva son tales que puedes tomar algo que a veces ni siquiera parece ser vino. Las etiquetas varían en nacionalidad y sin duda siempre son sorpresas de los lugares menos esperados.
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