Las calles de la Ciudad de México tienen de todo: arte, áreas verdes, estatuas y hasta fuentes para acompañar un rato de descanso o llenar de encanto el paisaje. Y es que el agua cayendo en una estructura además estética es un combo al que no podemos resistirnos. Por eso seleccionamos las fuentes de CDMX que debes conocer en esta ciudad, ya sea por su belleza, tamaño imponente o historia que encierra, pero que las hacen sumamente especiales.
8 fuentes únicas que debes conocer en CDMX
La Diana cazadora
Su historia está llena de anécdotas que van más allá de ser una simple fuente o escultura en CDMX: desde colocarle una falda de bronce en los 40s para tapar su desnudez, reubicarla varias veces sobre Paseo de la Reforma hasta dejarla en su posición actual en 1992 en Paseo de la Reforma y Sevilla, o descubrir quién había sido la modelo en la que se inspiró el creador de la fuente.
Fuente de Petróleos
Siguiendo sobre Paseo de la Reforma, pero hacia el poniente encontramos esta fuente en la glorieta del mismo nombre. Fue obra del arquitecto Vicente Mendiola y del escultor Juan Fernando Olaguíbel, ambos creadores de la Diana Cazadora. Se mandó a construir en 1952 para conmemorar la expropiación petrolera, por eso sus componentes incluyen trabajadores, una victoria y fechas relevantes.
El paraguas
Una de las fuentes más bonitas de la ciudad, además de impresionante. Se trata de una estructura de concreto armado de 12 metros de altura que sostiene un techo de 4 mil 500 metros cuadrados gracias a tensores y vigas. La magia de esta pieza ideada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez es que cuenta con un boquete central por el cual cae el agua en una cortina circular. Esta en la explanada del Museo Nacional de Antropología.
Fuente de Nezahualcóyotl
Es una de las más grandes de la ciudad con 1255 metros cuadrados de superficie. Se construyó entre 1955 y 1956 por parte de Luis Ortiz Monasterio, como una manera de rendir homenaje al gobernante de Texcoco. En su composición hay 8 momentos de la vida del emperador, que van de su nacimiento a la muerte. Además, al centro está la escultura de este personaje.
Fuente de Tláloc
Es en realidad una escultura gigante del dios de la lluvia, creada por Diego Rivera entre 1950 y 1952 como un encargo del entonces gobierno de la ciudad. En ella vemos a la deidad recostada en una alberca de 30 metros; su cuerpo lleva mosaicos que revelan diversos mitos de la historia de México, y en la cabeza hay dos rostros: uno ve al cielo y el otro arroja agua. Se encuentra junto al llamado Cárcamo de Dolores, en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
Monumento a la Revolución
Esta fuente tiene peculiares características que la hacen ya todo un símbolo de la ciudad. Se compone de 100 chorros que brotan del suelo en la Plaza de la República, con el monumento de fondo. Una de sus peculiaridades es que además tiene luces que acompañan la salida del agua para crear espectáculos rítmicos. En la época de calor se ha convertido en un espacio en el que los menores buscan refrescarse.
Fuente de Cibeles
Esta réplica de la fuente ubicada en Madrid, España, en realidad es una donación de la comunidad española a la ciudad. En ella vemos la estatua de la diosa Cibeles, esposa de Saturno y madre de Júpiter, que va en un carro tirado por leones. Mide aproximadamente 12.5 metros de largo por 5.5 de alto, y se ubica en la colonia Roma en los cruces de Oaxaca, Durango y Medellín. Se inauguró en 1980, y luego fue renovada en 2011.
Fuentes de la Alameda Central
No quisimos elegir solo una, sino todas las fuentes que hay en este parque: desde una llamada “Fuente las Américas” muy cerca del kiosko, hasta “La Primavera”, “El nacimiento de Venus”, “las aguadoras” y “las danaides”. Fueron instaladas en el siglo XIX por encargo de Porfirio Díaz, quien las mandó a hacer con una casa francesa a semejanza de las piezas más importantes del mundo.
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