Escuchar a una banda nueva requiere tiempo y paciencia. Incluso si alguien te lo recomienda, entras al sonido con precaución y un poco de recelo ante lo que puede venir. Usualmente el resultado es el esperado. Algo nuevo, pero nada sorprendente. Sin embargo, pocas veces (y esa es la razón por la que uno no pierde la fe) hay bandas que son una bocanada de aíre fresco, una sorpresa que te recuerda por qué amas la música.
Puede sonar una exageración, pero Black Country, New Road es una de esas bandas que te hacen sentir eso. Incluso en 2022, cuando las estrellas más grandes del mundo dependen de música producida por decenas de personas antes de salir a la luz, bandas como esta con siete integrantes, violines, saxofón y más pueden hacer algo que suena realmente original.
La banda es una de esas que vive por la música, tanto que las entrevistas son una de sus cosas menos favoritas, pues sienten que lo que tienen que decir es a través de sus canciones y que mientras más se entrometen en conocerlos como personas, más difícil es mantener esa “pureza” musical. Sin embargo, BCNR se ha convertido en una de las bandas favoritas de Inglaterra en los últimos años. A pesar de negarse a caer en una etiqueta o género, han sido comparados con actos como Fontaines D.C., King Krule, Black Midi y más.
A pesar de tener seis canciones, el disco alcanza una duración de 40 minutos. Desde el inicio del disco puedes entender que se trata de jóvenes que conocen las reglas, pero que se dedican a romperlas para darnos algo inesperado. Siete integrantes donde el klezmer (música tradicional judía) es parte esencial del disco, donde el violín y el saxofón no son parte del fondo, sino que pueden tomar protagonismo cuando menos te los esperas y donde las letras parecen ser recitadas más que cantadas, pero cuya potencia nunca disminuye sin importar si el vocalista está hablando de un mundo más allá de la salvación o si está haciendo una apología a Kanye West.
BCNR no tiene un sonido definido porque incluso viendo hacia el futuro están cambiando la manera en que trabajan. Por esto resuena a bandas como King Gizzard & the Lizard Wizard, que pueden sacar un disco psicodélico y en dos meses sacar uno de heavy metal. Así es como BCNR está demostrando que las etiquetas ya no sirven y que la genialidad musical viene de expresar exactamente lo que deseas.