Los filtros de instagram se han convertido cada vez más en unas de las diversiones y pasatiempos favoritos de las personas. Ya sea por toda su variedad para hacernos lucir increíbles en segundos o porque logramos esconder todas esas partes de nosotros mismos que nos hacen sentir con complejos sobre la persona que somos.
Conforme vamos creciendo nos van enseñando que para ser aceptados entre las personas debemos aprender a comportarnos y ser de cierto modo. Se nos va imponiendo estereotipos entre lo que está aceptado y lo que no. Los filtros de instagram o de cualquier red social, nos hacen creer que los que estamos mal somos nosotros, algo que comenzó como juego entre amigos para “lucir diferente” termino siendo una nueva manera de ocultar nuestro verdadero yo.
Es como si no existiera el rostro de nadie, nos acostumbramos tanto a utilizar filtros que cuando no se usan, se siente como si no fuéramos nosotros y eso nos hace sentir inseguros de quienes somos. Todo esto lo único que provoca es que nos cuestionemos sobre porque nos falta algo o porque no tenemos el tono de piel de deseado, la cara más perfilada, etc.
Es como si nos convirtiéramos en una persona sin cara y estuviéramos en esa constante búsqueda ya que vamos perdiendo nuestra identidad con los filtros de instagram. Nos va creando una dependencia entre el mundo virtual y el real. Al grado de afectar nuestro autoestima y hacernos sentir fuera de lugar.
Un ejemplo son los “influencers virtuales” que son completamente falsos, muestran una vida y cuerpo perfecto en todo momento e incluso hay muchas marcas que colaboran con ellos. Haciendo que puedan diseñarse al gusto y semejanza de lo que es llamado “perfecto” ¿A qué punto hemos llegado para preferir a alguien irreal que a un ser humano que puede pensar y sentir?
Con todo esto no se trata de decir que los filtros de Instagram son lo peor. Todos en algún momento hemos utilizado alguno. El problema parte de cuando los utilizas con responsabilidad sabiendo que solo es un juego o para lucir “cool”. Y otra muy diferente es cuando quisieras salir a la calle con un filtro permanente y te vas perdiendo.
Es más fácil decir que te ames a ti mismo, a que lo puedas hacer porque es un trabajo de todos los días. Lo que si te puedo decir es que todas esas pequeñas cosas que te hacen sentirte acomplejado, es lo que también te hace muy especial. Pasamos tanto tiempo conectados en redes sociales que al ver a tantos influencers con cuerpo y cara perfecta, nos hacen creer que así debería ser para todos y no, cada persona tiene su propio proceso y es completamente normal.
Así que trata de soltar poco a poco todas esas inseguridades, trabaja en ti mismo y en la mejor versión que quieres lograr, se vale querer mejorar siempre y cuando te aceptes y te quieras tal cual. Juega con los filtros, diviértete con tus amigos y presume con orgullo lo increíble que luces con ellos, pero también presume lo bien que sales sin filtros, tal cual eres. No le des el poder a algo superficial de destruirte. Cada persona es única e irrepetible.
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