Aunque en algunos casos es casi imposible identificar estos productos, hay algunos con los que puedes tener extra cuidado. Y no, no hablamos del jugo embotellado que todos ya sabemos que no es 100% jugo freshly squeezed. Estos alimentos probablemente son fake foods y no lo sabías.
Reemplazar el ingrediente principal para un lograr producto más barato o añadir alguna sustancia para que la comida se vea “mejor”… en la industria alimentaria existen engaños, y todos hemos sido víctimas de comprar algo pensando que está hecho de otra cosa.
Algunos “alimentos falsos” son legales y todo está en las letras chiquitas… pero también podemos toparnos con productos ilegales ¡y no lo sabemos! Sí, en el mercado de food fraud se mueven 40 billones de dólares y es un problema mundial.
¿Qué peligros hay si consumo una fake food?
Desde contratar a científicos para hacer recetas, mentir sobre el origen geográfico de un producto o hasta operar en regiones donde las versiones reales se producen para pasar desapercibidos… todo lo que sea para lograr un precio competitivo en el mercado.
Pero ¿qué tan peligroso es caer en el engaño? En la mayoría de los casos, no son ingredientes tóxicos. Pero podrías consumir algo de lo que eres alérgico. También es posible que pienses que comes algo sano cuando la realidad es otra… como el aceite de oliva extra virgen falso exportado por aquella pandilla italiana (sí, es una historia real).
Pero no te preocupes, la clave está en leer la lista de ingredientes, elegir alimentos no procesados, comprar local y en temporada. Aquí te damos otros tips para alimentos específicos.
10 fake foods comunes y cómo identificarlas
Miel de maple
La mitad de lo que dice ser 100% miel de maple en el mercado es fake. Y es que muchas mezclas están hechas realmente de jarabe de maíz, colorante y otros saborizantes naturales… y no es ilegal. De hecho, en Estado Unidos las encuentras con nombres como “pancake syrup”. En México, si lees “jarabe sabor a maple” efectivamente no es miel 100% de arce.
Además de verlo en los ingredientes de la etiqueta, se sabe que la miel de maple real (de la que Canadá produce 85% en el mundo), es más ligera y líquida. Y claro, cuesta hasta 6 veces más que la otra ya que se necesitan 55 litros de savia para hacer 1 litro de miel genuina de maple.
Queso parmesano
Aquí hay un truco: parmesano no es lo mismo que Parmigiano-Reggiano, el queso que sólo sale de 300 lugares certificados para producirlo en una región que se llama Emilia Romagna en Italia, donde están las 3 bacterias que se necesitan para el sabor, olor y textura de un parmigiano real. Todo depende dónde lo compras: en Estados Unidos la palabra “parmesano” aplica para un queso que envejece por 10 meses. Pero en la Unión Europea, la palabra “parmesano” está definida por ley como únicamente Parmigiano-Reggiano auténtico elaborado según la DOP italiana y envejecido de 1 a 10 años.
Una rueda puede costar hasta 1000 dólares y las encuentras en cualquier super. Tendrán el sello DOP (denominación de origen protegida), las marcas punteadas y esta textura como con cristales cuando lo partes. En el queso rallado de tu mesa probablemente encontrarás más que queso: leche parcialmente descremada y pasteurizada de vaca, sal, celulosa en polvo (antiaglomerante), sorbato de potasio (para proteger sabor), cloruro de calcio, enzimas y cúltivos láctico.
Aceite de trufa
De un ingrediente tan difícil de cultivar o encontrar, era de esperarse que tus papas a la francesa trufadas no tuvieran la trufa real (y obviamente no la blanca). Un aceite de trufa real estaría totalmente hecho de esta joya que sólo se da en lugares como Reino Unido o Francia, donde tienen cerdos y perros entrenados para encontrarlas; o bien, pueden cultivarse ¡pero tardan 6 años en crecer!
Por eso, normalmente lo que realmente tendrás en las manos es aceite de oliva o girasol con un compuesto derivado del petróleo (que tiene el mismo olor). Te será más obvio al leer que es un aceite “con aroma a trufa” o “sabor a trufa”.
Vainilla
En el 2008 hubo una crisis en México cuando se descubrió que el extracto de vainilla de muchas botellas venía realmente de la haba de tonka que tenía sustancias sustancias tóxicas.
Aunque no lo creas, sólo el 1% de productos son legítimamente de vainilla verdadera, que viene de Madagascar y se mezcla con alcohol y agua. La mayoría de las versiones están hechas de vainilla de laboratorio. Además de que la etiqueta revelará cualquier ingrediente no deseado (incluyendo la vainillia, una alternativa sintética a la vainilla, y cualquier azúcar o edulcorante añadido, como el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa); otra pista es que debe oler más fuerte a alcohol y es más clara que la fake.
Wasabi
No es culpa de México, de hecho en Japón ¡sólo 5% es real! Y la razón principal es el precio, pues un kg de wasabi genuino puede costar 320 dólares (30 veces más que el “normal”). Lo que te sirven en tu restaurantes de sushi favorito probablemente es una mezcla de rábano picante, almidón y endulzante. El wasabi real es una pasta que se obtiene al rallar un rábano japonés, que por cierto no es tan picante como el comercial; tiene una textura más gruesa y arenosa.
Caviar
Uno de los productos que mueven incontables fraudes en el mercado tenía que ser uno muy costoso también. Mientras un kg está en los 24 000 dólares de un esturión belga (que tarda 10 años para estar en condiciones de generar), el caviar fake está hecho de otros peces y es casi imposible saberlo. Pero la mejor prueba se hace con agua caliente: el producto real se hace duro cuando la proteína se cuece y el caviar falso se disuelve. Además, la hueva es uniforme (el mismo tamaño y forma entre las bolitas) y brilla.
Miel de abeja
Sí, como la miel de maple, es otra que se falsifica seguido. Específicamente, 1/3 globalmente es falsa o adulterada, y es que se vende más miel de la que todas las abejas del mundo podrían hacer. De jarabe de maíz y otros ingredientes; gran cantidad de miel de imitación es de China, que es el país que más exporta.
En los pasillos del super es casi imposible diferenciarla a simple vista, y algunos investigadores han encontrado que el 27% está diluido con edulcorantes. Puede contener cualquier cantidad de sustancias engañosas, pero con suerte en la etiqueta encuentras: jarabe de azúcar, jarabe de maíz, fructosa, sacarosa, glucosa, azúcar de caña. El chiste con la miel de abeja es comprarla de granjas locales y estar dispuesto a pagar un poco más.
Aceite de oliva extra virgen
El aceite de oliva comercializado como “virgen extra” puede estar diluido con otros aceites vegetales o elaborarse con aceitunas de las que ya se ha extraído aceite una vez. Para ser extra virgen, olivas tienen que ser el único ingrediente en la lista. Y por lo general proviene de Gecia, Italia o España. Pero, aún así, un aceite de oliva que dice ser “de Italia” o “de España” podría haber sido importado a esos países desde otros lugares y luego reexportado después de un procesamiento adicional o una parad en el puerto (técnicamente no es mentira).
Varias investigaciones han encontrado mezclas de aceites vegetales que contienen aceite de girasol, maíz, palma, colza e incluso aceite de aguacate disfrazado de aceite de oliva virgen extra o virgen. Conservantes y colorantes también son parte de la ecuación. Así que ojo, para saber de dónde sacas esas grasas saludables, el aceite debe tener un sabor frutal y terroso. Lo mejor es buscar botellas con marcas como DOP o IGP (indicación geográfica protegida).
Café
Sí, a veces pasa que el café esté hecho de otros granos y es regalado confundirlo. Esto es porque, naturalmente, el proceso para cultivar y producir café tiene su chiste, lo cual hace irresistible hacer una “nueva versión”. Un dato curioso es que se necesitan 1500 bayas de la planta de café para medio kg, y sólo hay 24 horas para producirlo cuando se hace a mano, cosechando las cherries que sólo están maduras. Aquí la mejor alternativa es comprar de fuentes confiables y leer bien las etiquetas en el empaque.
Azafrán
Como la pimienta negra molida, donde puede haber todo tipo de impurezas como almidón coloreado, semillas de papaya, trigo sarraceno, harina, ramitas y mijo disfrazado de pimienta negra… tu “azafrán” puede estar hecho de raíces, paja, filamentos de coco o hasta —tal vez sea mito o no— pelo de caballo. Con la pimienta negra la solución es comprar entera en lugar de molida y con el azafrán (que en polvo es mucho más fácil de falsificar), en filamentos.
El azafrán son los pistilos secos de una flor, que tarda 2 años en crecer, y es tan frágil que debe ser a mano. Se necesitan 150 000 flores para un kg que puede costar más de 4000 dólares. El “oro rojo” puede ser imitado con otras partes de la planta de azafrán, de una flor completamente diferente, o hasta cebolla seca teñida. ¿Cómo comprobar si tienes verdadero azafrán en las manos? Haz un test en agua o leche: debería liberar un color pero lentamente y si los tocas, los filamentos no pierden su forma. Además, es obvio que un azafrán barato no es real.
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