Por Mariana Rubio
Muchas personas tienen una posición firme en contra de los exfoliantes, ya que aunque éstos en realidad remueven las capas más superficiales de la piel, quienes están en contra de ellos, afirman que al hacerlo, despojan al cuerpo de su capacidad natural de hacerlo por sí mismo, privándolo de esta función natural. Pero la realidad es que hoy en día, factores como la contaminación, los rayos UV, el calentamiento global, entre otros, han hecho que la piel sufra aún más, y le han hecho más difícil el poder realizar algunas de sus funciones naturales, por lo que muchas veces, a menos que se trate de una piel ultra sensible, la exfoliación no solo es beneficiosa, sino que también muy necesaria, pero claro, con la frecuencia adecuada, siendo ésta una vez por semana.
La piel está conformada por varias capas, en donde las superiores suelen ir desprendiéndose poco a poco, y mientras más joven es la persona, más rápido se desprenden estas capas de piel vieja y muerta, pero el problema es que con la edad, el proceso se vuelve más lento, por lo que si no se recurre a productos especializados, la piel puede verse opaca, avejentada y descolorada, y al quedarse adheridas a la cara por mucho tiempo, estas capas forman una barrera, misma que dificulta la absorción de cualquier producto o agua. Al eliminarlas, la piel entra en un proceso de oxigenación, en donde el flujo sanguíneo se vuelve más intenso, y se estimula la producción de colágeno, al mismo tiempo que absorbe agua con mayor facilidad, dando como resultado una piel más tersa, luminosa, hidratada y saludable.
Pero aún hablando de exfoliantes, hay muchos tipos de éstos, y aunque la mayoría son muy recomendables, hay que tener cuidado a la hora de escogerlo, ya que de lo contrario los resultados podrían ser desastrosos. La mayoría de la gente ha usado alguna ve en su vida los típicos exfoliantes granulados, que aunque son efectivos, la realidad es que son demasiado agresivos para la piel, y muchas veces suelen dejarla enrojecida, sensible e incluso lastimada, por lo que los exfoliantes enzimáticos son la mejor opción para este tipo de piel. Dicho tipo de exfoliantes, es sin duda una muy poco agresiva forma de eliminar las células muertas, así como las arrugas y manchas.
La mayoría de ellos, están hecho a partir de enzimas que se encuentran en frutas como la papaya, la manzana verde o la calabaza, y este tipo de exfoliante también es conocido como exfoliante regenerativo, ya que con el tiempo, ayuda a la piel a mejorar su capacidad de auto sanación.
Por lo que sin duda éstos, son una muy delicada y poco agresiva forma de regresarle el resplandor y la juventud a cualquier piel, sin importar cuando dañada se encuentre.
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