La exfoliación es parte de la rutina de cuidado de la piel que debemos tener muy en cuenta pues así como cuidamos el rostro debemos ponerle atención al resto del cuerpo.
La piel humana tiene la capacidad de autoregenerarse; sin embargo, vivimos expuestos a tantos factores que es mejor darle una ayudadita a tus células con ingredientes que además le aporten un plus. Por eso es recomendable hacer una exfoliación intensa al menos una vez por mes para retirar las células muertas e impurezas que quedaron en el camino.
Después de este proceso te sorprenderá tocar tu piel ultra suave y brillante como si no hubieran pasado los años por ella. Queda muy sana y con la posibilidad de absorber los nutrientes necesarios que le brindemos.
Además elimina o disminuye las manchas, previene los vellitos encarnados o alguna irritación si te depilas. De igual manera te olvidarás del acné al mantenerla limpia y lucirás espectacular con una piel visiblemente más joven.
¿Qué es un exfoliante?
Un exfoliante es un limpiador con pequeñas partículas que ayudan a eliminar las células muertas de tu piel; pueden ser perlas, azúcar o cualquier otro elemento que ayude a hacer el procedimiento.
La exfoliación en realidad es un proceso sencillo pero que debes hacer de forma muy delicada pues no importa cuál sea tu tipo de piel, trátala muy suave para que tenga el efecto buscado y no te irrites o la dañes más.
¿Cómo exfoliar la piel?
Es un proceso muy sencillo. Primero debe estar tu piel muy limpia y húmeda, utiliza el limpiador de tu preferencia previamente y enjuaga con abundante agua. Aplica un poco de tu exfoliante, puedes prepararlo o comprar uno ya hecho como los de Tree Hut con aromas y beneficios increíbles como con Papaya, Sandría, Pink Champagne y Té Verde.
Debes extender el exfoliante por la mayor parte del cuerpo incluidas las zonas que quieres suavizar como codos o rodillas, haciendo movimientos circulares y aplicando un poco de fuerza. Finalmente enjuaga con agua tibia.
Es una muy buena alternativa hacerlo en casa pero como siempre recomendamos, es mucho mejor acudir con un especialista que pueda orientarte con las necesidades de tu tipo de piel y la técnica que mejor le convenga.
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