Este sistema de transporte es uno de los más llamativos en el mundo, ya sea por el característico tren naranja, su iconografía o incluso el diseño de las estaciones del Metro. Pero de las casi 200 que tiene toda la red, hay unas que en particular destacan, por el decorado en su interior, la forma de sus instalaciones y hasta los elementos que la decoran. Aquí seleccionamos las que nos parecen más bonitas y merecen ser visitadas, justo como puntos de interés de la ciudad igual que otros lugares icónicos.
¿Cuáles son las estaciones más bonitas del Metro?
Auditorio
En la Línea 7, esta estación cuenta con un mural que enmarca a varias figuras de la música, además de exhibiciones referentes a Reino Unido que te harán sentir en el subterráneo de Londres. Al recorrerla podrás descubrir la historia de aquel país en temas como la educación, el arte y la música, y como punto extra, también hay un divertido mural del artista británico Mr. Doodle.
Copilco
A pesar de que esta estación se inauguró en 1983, no fue sino hasta 1999 que se integraron murales a las paredes altas del andén. En ellos hay cinco paneles de cada lado, en los que se relata la prehistoria, las culturas madre, los grandes imperios y Mesoamérica, además de integrar reproducciones de artistas clave como Da Vinci y Picasso. El autor de estos murales fue Guillermo Ceniceros, un alumno de David Alfaro Siqueiros.
Candelaria
Toca el turno de hablar de la arquitectura, más que el diseño. En esta estación de Línea 4 vemos el trabajo del arquitecto Félix Candela, quien incluyó su pasión por la parábola hiperbólica, es decir, esa doble curva que recuerda una silla de montar. Cuando uno entra a Candelaria, lo que encuentra es una innovadora estructura de pilares altos que sostienen techos ondulados como si fueran un paraguas invertido. Esta misma estructura la repitió el arquitecto en la estación Merced y San Lázaro.
Bellas Artes
La estación que conecta con el Palacio de Bellas Artes no debía ser la excepción en cuanto a diseño. Por eso sus pasillos e incluso en andenes vemos réplicas de hallazgos prehispánicos. Además, cuenta con una galería interna compuesta por pantallas LED en la que se han expuesto, por ejemplo, obras de Pedro Friedeberg. Y si nos vamos a la calle, también hay un elemento destacable: el acceso que está al lado del Palacio es una réplica de los accesos del Metro de París, lo que le da un carácter diferente al entorno.
Tezozómoc
Ubicada en la Línea 6, lleva el nombre de un antiguo gobernante de Azcapotzalco. Por ello, su interior está decorado con reproducciones de arte mesoamericano, entre las que destaca una gran escultura de una cabeza olmeca. Se dice, además que las piezas que puedes ver, fueron encontradas en esa zona norte de la ciudad.
Pino Suárez
Fue de las primeras estaciones en construirse, y justo cuando esto sucedía, en el proceso de excavación, se encontraron diversos restos arqueológicos. El más importante es la pirámide de Ehécatl: una construcción de casi 4 metros de altura, por 10 de largo y 7 metros de ancho. Data del año 1400 al 1521, y en su centro se encontraron varias ofrendas.
La Raza
Forma parte de dos Líneas, 3 y 5, y justo en el transbordo de conexión entre ambas se instaló el Túnel de la Ciencia, que se trata de un recorrido astronómico en el que abundan datos de planetas, constelaciones y otros datos del espacio. Su superficie es de 6 mil metros cuadrados por más de 600 metros. Además, cuenta con un área de exposiciones permanentes en la que suele haber una exhibición de fotografías.
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