Jengibre, manzanilla, rooibos o kombucha; eso que estás tomando no es té. Aún si eres de las personas para quienes aquella infusión —sanadora de cualquier mal— es mandatoria los siete días de la semana, probablemente hayas vivido engañado todo este tiempo. Y es que existe una diferencia importante entre el té y el tisana: el conocimiento que prácticamente desbloqueará el siguiente (y último) nivel de cualquier amante de esta bebida.
¿Cuál es la diferencia básica entre té y tisana?
Agua caliente con hojas remojadas es siempre es té, ¿correcto? No necesariamente. Probablemente todo este tiempo hayas estado tomando tisana: tés herbales que son infusiones elaboradas a partir de hojas, raíces, bayas y especias de otras plantas que no contienen hojas de la planta del té “Camellia Sinesis”.
Este arbusto, originario de las regiones de Asia, es el origen de los verdaderos “tés”: el negro (como Earl Grey), el verde (como Sencha Fuji), el oolong, el amarillo o el blanco.
¿Sabías que el 75% del mundo usa las hierbas con fines curativos?
Medicina ayurvédica, china, unani o tradicional… los tisanas han persistido en diferentes culturas y épocas por su poder curativo para tratar dolores y enfermedades.
Desde Hipócrates y su solución para la fiebre en la antigua Grecia o los sumarios y sus infusiones de hace 5000 años. Tal vez se le otorgue el crédito a China hace 8.000 años, pero diferentes investigaciones confirman que el uso de tisanas ha existido desde hace 60.000 años en Iraq.
Tipos de tisana
Por lo general, se clasifican según la parte de la planta de la que provienen, como hoja/hierba, flor, corteza, raíz, fruta/baya y semilla/especia.
- Tisanas de hojas: menta y limoncillo
- Tisanas de flores: rosa mosqueta, manzanilla, hibisco y lavanda
- Tisanas de corteza: canela y cereza negra
- Tisanas de raíz: jengibre y regaliz
- Tisana de frutas/bayas: frambuesa, arándano, melocotón y manzana
- Tisanas de semillas/especias: cardamomo e hinojo
Los beneficios de la tisana
Por supuesto, un té de rooibos no tiene las mismas propiedades que uno de hierbabuena. Probablemente, desde que en casa te preparaban algo para aliviar los dolores de panza, hayas encontrado el té de manzanilla como respuesta en muchas listas de remedios caseros.
Su función es prácticamente ayudar al sueño y la relajación, efectos calmantes que también encuentras en la lavanda. El té de miel y limón, por otro lado, normalmente se consume para aliviar el dolor de garganta. El té de equinácea es algo que se puede beber ante el primer signo de malestar.
La menta y el jengibre son buenos para la digestión y el hibisco es una “super fruit”.
Té o tisana: ¿cuál es mejor para tomar diariamente?
Ambos se pueden disfrutar caliente o frío y/o mezclados con otros tés. La respuesta dependerá en los beneficios que quieras obtener de cada uno. Esta son las diferencias clave.
Ingredientes
Tisana: se usa todo o parte de una planta (que no sea Camellia sinensis), especias o frutas.
Té: elaborado a partir de las hojas de la Camellia sinensis. Puede incluir infusiones de hierbas, flores, especias o frutas.
Cafeína
Tisana: es libre de cafeína, lo cual implica que no tienen efectos diuréticos y puedes beberlos durante todo el día.
Té: puede contener hasta 70 mg de cafeína en una taza de té de 177 ml. Si prefieres té antes del café, el negro es el que mejor hace la tarea para despertar.
Los dos pueden ser igual de beneficios
Dependiendo de la especie de planta, pueden servir contra las alergias, como antioxidante, antifúngico, antimicrobiano, antibacteriano, antiinflamatorios, etc.
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