Aunque hay 22 especies de peces en la Ciudad de México, no hay registro de especies endémicas por el momento. Antes teníamos tres: la carpa xochimilcas, la carpa verde y la carpa de Tláhuac, desafortunadamente están extintas.
La ciudad es un monstruo que consume mucho de lo que toca y sin duda hemos hecho mucho mal por la naturaleza en la ciudad, como sus inmediaciones. Por eso es tan importante conocer y cuidar lo que aún tenemos. Estas son algunas especies que aún se mantienen vivas en la Ciudad de México y alrededores y que son endémicas de la región.
Ajolote (Ambystoma mexicanum)
El ajolote (Ambystoma mexicanum) es una salamandra acuática endémica de la Ciudad de México, conocida por su capacidad de regeneración y en peligro crítico de extinción debido a la degradación de su hábitat. Es un símbolo cultural de México y objeto de estudios científicos por sus posibles aplicaciones en medicina regenerativa. Habita principalmente en los canales de Xochimilco, cuyo hábitat está amenazado por la urbanización y la contaminación.
Rana de Tláloc (Lithobates tlaloci)
Es una especie de anfibio perteneciente a la familia Ranidae, endémica de México. Su nombre hace referencia a Tláloc, el dios azteca de la lluvia, debido a su asociación con el agua y su distribución geográfica en la región central de México, que incluye áreas montañosas y bosques de la cuenca del río Balsas. Esta rana se caracteriza por tener un tamaño mediano, un color verde oscuro o marrón en su dorso, y una coloración amarillenta o verde claro en el vientre. La rana de Tláloc habita en áreas montañosas con bosques mixtos y de coníferas, cerca de ríos y arroyos de corriente rápida. Su reproducción ocurre durante la temporada de lluvias.
Gorrión serrano (Xenospiza baileyi)
Es una especie de ave paseriforme (orden de aves que abarcan más de la mitad de la población total del mundo) perteneciente a la familia Passerellidae. Es un ave de tamaño pequeño a mediano, con un plumaje distintivo que incluye tonos grises, marrones y negros, y un pico grueso adaptado para alimentarse de semillas y otros alimentos duros.
Su nombre común, “gorrión serrano”, hace referencia a su hábitat en las zonas montañosas y boscosas de la Sierra Madre Occidental en México y se encuentra en lugares como Jalisco, Durango, Estado de México, Morelos y claro, la Ciudad de México). El gorrión serrano se encuentra principalmente en áreas boscosas de coníferas y robles en altitudes entre 2,000 y 3,500 metros sobre el nivel del mar, su dieta consiste principalmente en semillas, frutos e insectos y al encontrarse en peligro de extinción, su cuidado ha cobrado extrema importancia.
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