4 errores básicos que deberías evitar al cocinar berenjena

La berenjena es de esos vegetales versátiles, amables, súper saludable y un gran instrumento para quienes quieren una dieta balanceada y/o a base de plantas. Es excelente suplente de carbohidratos o carne y absorbe los sabores de marinado como pocos ingredientes. Pero una cosa es real, cocinarla no es tan fácil como todos pensarían. Puede escaldarnos la lengua, puede aguadarse demasiado, podemos dejarla cruda. Pero con simples consejos podrás evitar esto.

Recuerda que cada vez que la cortes, liberará un líquido que necesita escurrir e idealmente la dejarás reposar en sal o leche por un rato antes de cocinarla. Así sabrás que los siguientes pasos de tu receta serán perfectos y no habrá pierde. Aún así, te dejamos cuatro errores que puedes evitar al cocinar berenjena para que perfecciones su cocción, absorción y textura.

4 errores básicos que deberías evitar al cocinar berenjena - berenjena-1

No cocinarla con suficiente grasa

La piel de la berenjena es como una esponja. Absorberá inmediatamente cualquier líquido que toque. Rocía una cucharada de aceite de oliva sobre los cubos antes de asarlos y verás que ya está empapada antes de que la metas al horno. Es necesario ser un poco más generoso para que haya suficiente aceite en el exterior de la berenjena para cocinar correctamente. En lugar de escatimar en la cantidad de aceite o mantequilla que requiere la receta, síguela y asegúrate de estar listo para transferirla al fuego o calor de inmediato.

Cocinarla con demasiada grasa

Pero tampoco quieres exagerar y ahogar tu berenjena en grasa. Justo por que es tan parecida a una esponja, los resultados podrían ser extra grasosos y desagradables si remojas la verdura en aceite o mantequilla. Este es particularmente el caso al freír. Las recetas que requieren freír berenjenas generalmente emplean técnicas como sal o sumergirlas en leche para mitigar la absorción excesiva de aceite. Haz eso primero y podrás prevenir el desbalance o desconcierto sobre la cantidad de grasa.

Pelarla

Una importante recomendación es no pelar la berenjena, pues agrega textura y nutritentes al platillo cocinado con ella. Las berenjenas tienen cáscaras finas y tiernas que agregan una gran textura a las verduras cuando se cocinan. Las variedades pequeñas y medianas de berenjena suelen tener pieles finas que se pueden dejar y son agradables de comer. Podrás sentirlo desde que la compras, si notas la piel demasiado gruesa, mejor elige otra.

Atascar el sartén

La mejor berenjena está caramelizada y crujiente por fuera y tierna por dentro. Esto se logra dando a los cubos o rodajas suficiente espacio para que se doren mientras se cocinan. Si los amontonas en la sartén o la charola para hornear, se vaporizarán en lugar de dorarse y nunca obtendrás esa caramelización. Dale espacio a tu berenjena para respirar. Extiéndelo en una sola capa en el recipiente en el que lo estés cocinando para que tenga espacio para dorarse y quedar agradable y crujiente por fuera, mientras que el interior se cuece hasta quedar suave y tierno.