Por Alba Aguilar
Un oso de peluche representa la magia de la infancia. Para muchos, un gran acompañante que al crecer se convierte en un tesoro lleno de recuerdos. Pero definitivamente, ningún teddy bear es más atesorado que aquél que fue vendido por la suma de 2.1 millones de dólares.
Diseñado por la tienda alemana de juguetes Steiff, este oso cuenta con ojos de safiro y diamantes, además de detalles en oro y ropa de Louis Vuitton. Su precio lo alcanzó en una subasta en Mónaco en el año 2000, y ahora está expuesto en el Teddy Bear Museum de Corea.
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