Cada 31 de diciembre, millones de ojos alrededor del mundo se posan en un brillante protagonista: la icónica bola y el reloj de Times Square. Este símbolo neoyorquino ha marcado el inicio de cada Año Nuevo desde 1907, consolidándose como una tradición que trasciende fronteras y generaciones.
La historia de esta emblemática cuenta regresiva comenzó cuando Adolph Ochs, entonces propietario del New York Times, buscaba una alternativa a los fuegos artificiales para celebrar la llegada del nuevo año y promocionar la sede de su periódico en One Times Square. Encargó al inmigrante ucraniano y obrero metalúrgico Jacob Starr la creación de una esfera luminosa que descendiera en los últimos segundos del año, dando origen a una costumbre que perdura hasta hoy.
La primera bola, hecha en hierro y madera, pesaba alrededor de 317 kilogramos y medía 1.5 metros de diámetro. Desde entonces, ha evolucionado en diseño y tecnología. La versión actual, introducida en 2008, es una esfera geodésica de 3.6 metros de diámetro, pesa aproximadamente 5,386 kilogramos y está adornada con 2,688 triángulos de cristal Waterford, iluminados por 32,256 luces LED capaces de generar millones de combinaciones de colores y patrones.
Este año, la bola ha recibido una renovación completa, la primera en una década. Se han instalado 2,688 nuevos cristales, cada uno con diseños especiales que simbolizan la unidad y el legado de One Times Square. La ceremonia de instalación contó con la participación Pitbull y la inventora Joy Mangano, quienes colocaron el último triángulo de cristal, marcando un hito en la preparación para la celebración de 2025.
Además, se ha anunciado que esta será la última vez que se utilice la actual bola de Times Square. Después de la celebración, será retirada y exhibida en un nuevo museo programado para abrir en 2025, permitiendo a los visitantes ver de cerca este símbolo histórico.
La ceremonia de la caída de la bola no solo es un espectáculo visual, sino también un evento cargado de simbolismo y emoción. A las 6:00 pm, la bola se ilumina y se eleva a la cima de un asta en One Times Square. Durante las horas siguientes, varios cantantes dan shows en vivo, creando una atmósfera festiva que termina con la cuenta regresiva final a las 11:59 p.m., cuando la bola desciende durante 60 segundos, marcando el inicio del Año Nuevo.
Para quienes quieran ver este acontecimiento en persona, es importante tener en cuenta que la afluencia de público es masiva. Se recomienda llegar con varias horas de anticipación para asegurar un buen lugar, y estar preparado para las bajas temperaturas y las medidas de seguridad que limitan el acceso a baños y alimentos.
La caída de la bola en Times Square es más que una tradición; es un ritual que une a personas de todo el mundo en un momento de esperanza y renovación. Este año, con la despedida de la actual bola y la expectativa de su exhibición en el nuevo museo, la celebración adquiere un significado especial.
Para quienes prefieren disfrutar de la celebración desde la comodidad de su casa, diversas cadenas de televisión y plataformas en línea emiten transmisiones en vivo del evento, permitiendo que el espíritu de Times Square llegue a todos los rincones del mundo.
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