Indomable e hipnótico, con poder tanto para destruir arrasando todo a su paso como para ayudarnos a sobrevivir al invierno y cocinar los alimentos, el fuego ha sido nuestro aliado y enemigo por excelencia desde que la humanidad ha intentado domarlo. Se dice que fue entregado a los mortales por Prometeo, so castigo eterno por parte de los dioses y, desde entonces, el fuego ha sido inspiración para diversos libros.
En la literatura, algunos de los títulos más representativos relacionados con las llamas han sido llevados al cine o la televisión en proyectos como A Song of Ice and Fire de George R.R. Martin (serie que dio origen a Game of Thrones) o Catching Fire de Suzanne Collins (segunda parte de la trilogía de The Hunger Games), sin embargo encontramos algunos otros títulos que son lumbre pura, libros de cuentos o novelas que nos hacen hervir la sangre.
Libros que son fuego puro
Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez.
Una devastadora antología de relatos que deja sólo cenizas en nuestra imaginación. Los cuentos de Enríquez lo devoran todo, nuestra imaginación, nuestros sentimientos, nuestras pesadillas… la autora es capaz de transportarnos a distintos barrios de Argentina (principalmente) y nos enfrenta a crímenes, ritos que invocan a lo sobrenatural, pobreza, locura y muerte.
Enríquez y su extraordinaria capacidad para contar historias nos consume, llevándonos a paseos por lo inimaginable, mientras no nos damos cuenta (como muchos de sus personajes) de que estamos entrando en un camino sin retorno.
El llano en llamas, de Juan Rulfo
Un clásico de la literatura mexicana, es un libro de cuentos en el que Rulfo expone con maestría, un reflejo de la vida del campo, sus dolencias y claroscuros, en la zona del bajío nacional.
A pesar de haber sido publicada en los años 50, esta obra no pierde vigencia, ya que las temáticas que las rodean se encuentran más vivas que nunca. Rulfo nos sumerge en nuestros precarios entornos rurales a través de sus 15 relatos, entre los que encontramos el que da nombre a esta recopilación.
Fahrenheit 451, de Ray Bradbury
A 451 grados fahrenheit se enciende el papel, se queman los libros. Bradbury nos presenta en su obra, un futuro distópico en el que los bomberos no se encargan de apagar las llamas sino de provocarlas y avivarlas. Hombres que desprenden olor a queroseno se encargan de destruir los libros prohibidos, títulos censurados por el gobierno por su contenido libertario o provocativo.
Un título que desde su lanzamiento ha causado escozor en los gobiernos y en la política, un clásico universal que nos empuja a reflexionar sobre el poder de ciertos grupos para orillarnos a pensar de una forma u otra (¿nos suena familiar en momentos actuales en los que se prohíben libros incómodos, en varias partes del mundo?). Parte de la triada reina de las distopías, junto con 1984 de George Orwell y Un mundo feliz de Aldous Huxley.
El reposo del fuego, de José Emilio Pacheco
El prolífico autor José Emilio Pacheco, uno de los más queridos y respetados de Latinoamérica, reunió algunos de sus principales poemas en distintas antologías, entre las que se encuentra este título.
Los elementos de la noche” y “El reposo del fuego”, ambos, poemarios, fueron reeditados por Tusquets Editores en su serie Nuevos textos sagrados.
Un título “bonus” que, si bien no hace referencia en su nombre al fuego, llamas o cenizas directamente, pero en donde encontramos personajes incendiarios, mujeres que quieren (y hacen) arder todo a su paso, es Perras de reserva, de Dahlia de la Cerda, una serie de historias cortas que retratan la realidad de las mujeres de distintos estratos socioculturales en México. Ideal para profundizar en la problemática del machismo y la revictimización e injusticias contra las mujeres, que lastimosamente, vivimos todos los días en nuestro país.
Debe estar conectado para enviar un comentario.