Durante años hemos vivido en una ciudad donde los conciertos y festivales son cada vez más comunes. Tanto que incluso nos hemos vuelto escépticos y mucho más exigentes con los promotores y productores. La música en vivo es una industria que alimenta a la ciudad y ya no buscamos un simple concierto, queremos la experiencia que nos haga sentir vivos hasta el siguiente evento.
Es por eso que este año Ceremonia demostró por qué tras 10 ediciones su ADN se ha modificado, no de acuerdo a lo que prometían ser, sino a lo que los tiempos le exigen. Con uno de los line ups más eclécticos sin sentirse atascado, Ceremonia ha crecido, ha cambiado y ha logrado ser un referente de la música más escuchada y de las nuevas propuestas.
En su edición número 10, el festival trajo nombres reconocidos desde hace décadas como Julieta Venegas o MIA, actos que se han consagrado en los últimos años como Rosalía, Fred Again y Moderat y nuevas bandas y artistas que son lo que Ceremonia siempre ha sido, el ejemplo de lo que la música nueva puede llegar a ser. Esta vez fue a través de actos como los de Junior H, Eme Malafe, The Blaze y más.
El sábado el festival inició cerca de las 3 de la tarde con una tarde soleada y aunque la sombra fue escasa en casi todos los escenarios, eso no evitó que poco a poco la gente comenzara a llenarlos para ver algunos de los actos que suelen ser los más interesantes y experimentales. Zemmoa, a quien pudimos entrevistar en The Happening, fue el banderazo de salida que hizo que un grupo cada vez más grande de gente bailara con éxitos como Pendejo, Soy un bombon y Mi amor soy yo.
Durante la tarde, otros actos fueron creando momentum para lo que se avecinaba en la noche, sobre todo en el escenario principal, donde desde El Malilla la vibra se hacia cada vez más intensa. Después con Eme Malafe y Junior H el público ya se sentía listo para dos de los actos más abrasadores de la primera parte de Ceremonia.
Primero fue Tokisha, quien demostró que si su música puede sentirse muy cruda y honesta en sus discos, en vivo es eso a la máxima potencia. Con un show lleno de bailes y rimas que invitaban a bailar dándolo todo, la gente ya no podía con la emoción de lo que siguió después. Travis Scott fue la cereza del pastel del primer día y si bien su show no brilló como suele hacerlo en Estados Unidos, los miles de fans del rapero sí presenciaron su atmósfera distópica en la que parece que las pesadillas del cantante salen a flote para cubrir a todos y llenarlos de una euforia indescriptible.
Claro que eso no fue todo en el día. En los otros escenarios la mísica electrónica, parte esencial del festival, nos hizo bailar gran parte del día. Desde la presentación de Moderat donde cada capa de sonido que construyeron terminaba por hacernos sentir la música en lo más recóndito de nuestros corazones, hasta el electropop de L’impératrice, los beats de Fred Again… que muchos esperaban desde su show sorpresa en el mismo recinto solo unos días antes y el show de clausura de ese día con Honey Dijon y una selección de tracks que tenía a todos bailando aún después de las 2 de la mañana.
El segundo día de Ceremonia inició con el mismo sol abrasador, pero las cosas cambiaron con el transcurso de la tarde y una ligera lluvia generó un pequeño malestar durante el inicio de la noche, pero nada de eso fue suficiente para que la gente no dejara de llegar para las cartas fuertes de Ceremonia: Rosalía, MIA, The Blaze y Jamie XX.
NSQK, Rubio y más fueron elegidos para calentar motores para los artistas más esperados y la sorpresa más grande tal vez fue cuando Julieta Venegas, que muchos se cuestionaban si entraba en la curaduría de Ceremonia, se convirtió en uno de los actos más grandes, relevantes y carismáticos de esta edición.
La magia de Ceremonia es que mientras te mueves de un escenario a otro, tus distintas personalidades cobran vida. En un momento puedes estar coreando los éxitos de Trueno como Dance Crip o su colaboración con Bizarrap, y en otro puedes sentir que The Blaze compuso sus canciones más emotivas solo para ti mientras tienes una catarsis al verlos junto a miles de personas que sienten lo mismo que tú.
Así avanzó la noche, entre bandas y artistas que se especializan en su nicho, pero mientras un nicho representa una parte de una persona, esto permite que haya muchas opciones para una sola persona y este es el festival que te permite disfrutar de todas tus personalidades.
Rosalía es el claro ejemplo de todo eso. Una cantante que comenzó reinventando el flamenco con un poco de trap, saltó al reaggeton, el techno y ahora está en una etapa experimental en su gira Motomami que al mismo tiempo es una de las mejores experiencias en vivo que puedes presenciar en 2023 gracias a su juego simple, pero con una producción imposible de igualar.
Después de escuchar éxitos como Saoko, Chicken Teriyaki o Malamente, Rosalía cerró su presentación justo a tiempo para que muchos se despidieran de Ceremonia hasta el próximo año con un set muy especial de Jamie XX, quien a pesar de presentarse en las primeras horas del lunes, aún logró que miles de personas bailaran.