Por Alba Aguilar
Mientras dormimos pasamos por diferentes etapas. La primera es cuando nos sentimos somnolientos o adormecidos. La segunda es cuando nos quedamos dormidos pero aún “conscientes”, y normalmente en esta etapa hacemos ese movimiento de cuando soñamos “que nos caemos”. La etapa tres dura pocos minutos y es la transición hacia el sueño profundo. La cuarta es el sueño Delta, que es cuando sucede el verdadero descanso. Y la quinta es la fase REM, en donde se producen los sueños.
Para realmente descansar es necesario alcanzar el sueño Delta. Pero, ¿cómo saber si llegas a esa fase? Nosotros te presentamos cinco indicios de que no estás teniendo la calidad de sueño debida:
1. Si al despertar no te sientes descansado, incluso si dormiste más horas de lo normal.
2. Pequeños y pasajeros dolores de cabeza, musculares, estomacales e internos. Durante el sueño profundo producimos una sustancia que ayuda a combatir esos dolores.
3. Si te despiertas por lapsos de 20 minutos o más durante la noche. A eso se le puede llamar como inicios de insomnio, lo cual afecta muchísimo al descanso.
4. Llegar a la fase de sueño Delta ayuda a la memoria. Si se olvidan muchas cosas o fechas, probablemente no tienes buena calidad de sueño.
5. Sufrir de gripes frecuentemente se debe (entre otras cosas) a no dormir bien. El sueño ayuda muchísimo al sistema inmunológico.
Es necesario que antes de dormir, te relajes e intentes dejar de pensar en todo. A veces, poner música relajante ayuda mucho para dejarse llevar a los brazos de Morfeo y disfrutar de las horas de descanso. Pero si te cuesta mucho trabajo, es necesario consultar a un especialista para un diagnóstico más profundo.