Una labor como la de J Balvin no puede echarse en saco roto. Colombiano y con cinco discos hasta la fecha, ha sido capaz de brindarle un pedestal al reggaetón que no había tenido antes. El tiempo avanza, las discusiones se disuelven y la realidad comienza a mostrarse más nítida, ¿a qué suena el pop mainstream hoy en día? No importa si es en español o inglés, el ritmo que mejor funciona en la industria actualmente es el reggaetón y la mezcla de sonidos que lleva en su ADN. Y J Balvin, no poco visionario, ha sabido aventurarse a demostrarlo una vez más.
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“Vibras” es un disco que ve la luz en medio de una controversia más hacia el género y que al mismo tiempo parece responder con guante blanco a todas esas acusaciones que se le han impuesto. Mientras unos cuantos todavía acaloran conversaciones con aguerridos argumentos en su contra, Balvin maquila canciones cada vez más exitosas. Es aquí, en su quinto esfuerzo formal, en el que parece arrojar todo un discurso válido para sostener todo lo que sus defensores tanto han querido decir con palabras a través del tiempo.
El disco abre con una colaboración con Carla Morrison, alguien quien comenzó en el underground del pop mexicano para convertirse en una estrella del mainstream contemporáneo, clara muestra de las intenciones de Balvin: “Vibras” es una declaración del presente musical global actual. El resto es una serie de canciones que lo comprueban, atinados ejemplos infecciosos de celebración, baile y fiesta.
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Pero no solo eso, sino que además se encuentran piezas que exhiben los componentes de un género tan poco ahondado como el reggaetón. En “En Mí” hay rastros del dancehall que lo precede, en “Ambiente” hay una sombra del reggae que lo vio nacer y en “Tu Verdad” se puede vislumbrar una melodía que bien podría haber formado parte de “Hiperasia” de El Guincho como una exploración del género casi distópica. El lenguaje de “Mi Gente” y “Machika”. Todo aquí son respuestas a argumentos, demostraciones de valor, éxitos instantáneos y partes de una obra que se moldea para resultar una muestra precisa del sonido popular actual. El pop de la nueva era.
¿Lo demás? Un desfile de detonantes también: canciones de amor, abundancia, sensualidad, calor y goce, términos que no lucen tan distintos a la búsqueda de la felicidad contemporánea. El pop ha mutado con los años hasta convertirse en esto. Esas “Vibras” del título no son otra cosa que las que emanan de los éxitos musicales de hoy en día. Las “Good Vibrations”, dirían los Beach Boys, que pintan sonrisas en la cara y que enmarcan movimientos en el cuerpo.