En su quinto disco de estudio, Lana del Rey expande su mística americana aún más. Lejos están los días en que sus referencias a Fitzgerald, Walt Whitman y el sueño americano eran motivo de burla, hoy Del Rey canta acerca de amar y morir en California, y no hay quien se atreva a cuestionarla.
Norman Fucking Rockwell! es la obra cumbre de una artista por años incomprendida. Desde Born to Die, fue criticada por ser una estrella pop que no desafiaba las reglas, que hacía apología al amor enfermizo y peligroso, por sexualizarse y no liberarse.
En una época en la que el movimiento feminista se convirtió en tendencia, Lana Del Rey se atrevió a decir que le interesaban más otras cosas. “¿Qué clase de ejemplo le está dando a las niñas?” decían algunas personas. Parece que se necesitaron años para que el mundo alcanzara el estado mental en el que trabaja Del Rey.
Desde el primer verso del nuevo disco: “Goddamn, man-child, you fucked me so good that I almost said I love you”, las letras de Lana Del Rey nos confrontan con la realidad. Ella habla de amor y habla de arte, habla de superar a alguien, pero de cómo es imposible olvidar –lo bueno como lo malo– una relación. Sí, habla de la realidad, pero a través de la música vemos todo en un velo de fantasía que la producción Jack Antonoff ayudó a crear –pero que a diferencia de otras artistas con las que ha trabajado, como Lorde o Taylor Swifft, se nota que aquí Antonoff no tuvo el poder creativo, sino que Del Rey fue la que tenía el punto final.
Lana Del Rey luchó por ser la imagen de Estados Unidos. Tal vez no quería ser como otras estrellas de pop, sino algo más cercano a Fitzgerald o Jackie Kennedy, pero irónicamente hoy su conversación en torno a lo que significa Estados Unidos, su transición de tener la bandera de su país de fondo en sus presentaciones a quitarla como si se tratara de un tema incómodo y sus tragicómicas, pero acertadas críticas de un país obsesionado consigo mismo, la han convertido en una de las figuras más respetadas por la industria musical –en una doble ironía, podemos hablar de que se trata de la misma industria que la ha atacado con comentarios misóginos y sexistas de el inicio de su carrera.
Norman Fucking Rockwell! podría ser un disco más, pero va más allá. En realidad es una obra que encapsula la actualidad de un país que está girando sin un orden aparente. La artista canta acerca de incendios en Los Ángeles y que Kanye West es rubio, ¿chistes, alegorías, metáforas o todo lo anterior? Sin tomarse demasiado en serio, y buscando contar su propia historia, Lana Del Rey nos dejó un álbum que habla de amor y desamor, pero que también habla acerca de todo lo que somos en la actualidad.
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