Disco de la semana: “Melodrama” de Lorde

¿Qué haces cuando a los 17 años David Bowie toma tus manos, te mira a los ojos y te dice que escuchar tu música es “escuchar al mañana”? Ella Marija Lani Yelich-O’Connor, mejor conocida como Lorde, hizo lo único que se esperaría, se adentró en distintos estudios de grabación en Nueva York y creó Melodrama, un disco que trasformó el concepto de lo que el pop puede ser y significar.

Lorde es sinestésica, por lo que ciertos sonidos representan colores para ella. Cuando se encuentra componiendo, puede ver manchas borrosas y una especie de neblina, pero es hasta que el color es claro y vivo que sabe que ha logrado su objetivo. De esta manera, las canciones de Lorde se han salido del molde, los beats del sintetizador no son sólo ecos de los años ochenta, son originales, dramáticos e incluso adolescentes: son el futuro de la música.

Disco de la semana: "Melodrama" de Lorde - lorde

Basta escuchar Writer in the Dark para comprender que Lorde hace las cosas a su manera. Una carta al amor perdido –como gran parte del disco– que explota en el coro con una voz mucho más aguda a lo que la industria está acostumbrada, pero siendo Lorde, esto no suena engañoso ni infantil, en realidad se trata de una canción que finalmente nos demuestra lo que implica amar y perder.

Con Melodrama Lorde conjugó la realidad de ser joven y ser mujer viviendo a la deriva y la incertidumbre. Tal vez ya era una estrella internacional, pero no hay que olvidar que a los 18 años la inestabilidad emocional se apodera de nosotros y al final, dentro de su cabeza, Lorde no veía eso, veía el dolor que el desamor provoca, el miedo a crecer, a perder su identidad, los amigos de toda su vida, las fiestas, el sexo, el placer y más.

Versos como But my hips have missed your hips, en Sober nos recuerdan que a pesar del adiós, una fiesta y un poco de alcohol son suficientes para perdernos en alguien que habíamos dejado atrás.

Junto a Jack Antonoff, Lorde escribió y produjo estas canciones, por lo que no se trata de un producto meticulosamente cuidado por un equipo de marketing que está formando a la siguiente estrella pop –con cinco escritores, tres productores y análisis de datos–, sino de una obra cocida a fuego lento y escrita a partir de la experiencia, que casualmente tiene todos los elementos para convertirse en un éxito mundial.