Se acerca el 2 de febrero, Día de la Candelaria, y en México eso solo puede significar una cosa: ¡tamales! Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué celebramos este día disfrutando de este delicioso y tradicional platillo? Acompáñanos en este recorrido por la historia y el sabor de una de las tradiciones más queridas de nuestro país.
Día de la Candelaria: tradición que une lo religioso y lo gastronómico
El Día de la Candelaria tiene sus raíces en la celebración católica de la Presentación del Niño Jesús en el templo y la Purificación de la Virgen María. En México, esta festividad se fusionó con costumbres prehispánicas, dando lugar a una celebración única. Tras la llegada de los españoles, los tamales, que ya formaban parte de la dieta mesoamericana, se integraron a las festividades religiosas, convirtiéndose en el platillo emblemático de esta fecha.
La tradición dicta que el 6 de enero, Día de Reyes, partimos la Rosca de Reyes. Quien encuentra al “niño” en su porción se convierte en el padrino y tiene la responsabilidad de vestir al Niño Dios y ofrecer tamales el 2 de febrero. Este ciclo festivo crea un lazo entre ambas celebraciones y refuerza los vínculos comunitarios y familiares.
México cuenta con una asombrosa variedad de tamales, con más de 500 tipos registrados. Desde los clásicos verdes o de mole, hasta innovaciones como los de zarzamora con queso, hay un tamal para cada paladar. En la Ciudad de México, lugares emblemáticos como la tamalería de Doña Emi, fundada en 1957 en la colonia Roma Sur, ofrecen muchos sabores para locales y visitantes.La magia de compartir
Más allá del delicioso sabor, el Día de la Candelaria es una oportunidad para reunirnos con seres queridos y compartir momentos especiales. La preparación y degustación de tamales se convierte en un acto de amor y unión que fortalece nuestras tradiciones y nos recuerda la importancia de la comunidad.
Este 2 de febrero, te invitamos a sumarte a esta hermosa tradición. Ya sea que prepares tamales en casa o los compres en tu tamalería favorita, lo esencial es compartir y celebrar nuestras raíces. ¡Buen provecho y feliz Día de la Candelaria!
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