Dharma en sánscrito tiene varias definiciones, pero en todas se desprende una misma esencia: es la ley de Buda y también su protección convertida en un propósito, que debe ejecutarse con nobleza. El Dharma nos habla de aspectos tan interesantes como la necesidad de tener un propósito en la vida, de actuar honestidad, con humildad. De reconocer talentos propios y cómo usarlos para evolucionar y hacer el mundo un lugar mejor.
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Hablar de “encontrar nuestro propósito en la vida” es causa de crisis para varios. Esto porque el tema del trabajo frente al Dharma puede ser confuso. Como se nos explicó a casi todos, el trabajo es lo que haces para ganarte la vida y ya. Pero el dharma es la forma en que actúas mientras trabajas, juegas, comes, duermes, y amas. La mayoría de las personas asocian el tipo de trabajo o carrera que hacen como su dharma. Y puede ser.
Digamos ejemplos: tal vez ganas más dinero como pintor y podrías hacer una buena carrera en eso. Pero, si tu dharma (lo que te acercará a Dios) es ser maestro y ganar menos dinero, entonces es más dharmico para ti ser maestro. En el hinduismo, el dharma se relaciona con hacer el más alto deber, tomar el camino correcto, hacer lo correcto cuando puede no ser lo más fácil o lo más popular.
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Básicamente, buscar activamente a Dios (tu evolución, o sea, ser mejor) es ser dharmico. Cuando hacemos lo correcto, estamos dharmicos. Pero ojo, hay diferentes aspectos de serlo y no, no tienes que renunciar mañana a tu trabajo. Algunas personas piensan que pasar tiempo en la naturaleza es más dharmico que trabajar en un horario de 9 a 5. Para otros, es tener un trabajo que genera mucho dinero para ayudar a otros o para poder hacer sus actividades dharmicas.
La diferencia es simple. Si el trabajo causa daño a otros, te quita la alegría, destruye el medio ambiente o te impide estar con su familia de una manera edificante, este trabajo podría considerarse “adharmico” (no dharmico). No importa cuánto dinero dones a miles de personas.
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Ahora, como las chispas divinas que somos, tenemos todo el potencial para ser exitosos y prósperos, la abundancia es nuestro derecho natural. Pero esto no es para servir al ego, el placer o la acumulación, sino porque tenemos el poder del universo contenido dentro de nosotros.
NUNCA te juzgues a ti mismo (ni a los demás) como seres espirituales sobre la base del éxito material.
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