Si eres afortunado y aún tienes trabajo mientras cruzamos una pandemia, estás en una posición privilegiada. Eso ya lo sabes, pero eso no significa que tu rendimiento no se vea afectado. Incluso si amas tu trabajo y significa mucho para ti, puede ser bastante difícil mantenerse motivado en estos días. Es normal, no te sientas culpable ni te frustres. La creatividad requiere de estímulos diferentes, de que nuestra mente esté libre de preocupaciones, de poca ansiedad. Y ahora, vivimos completamente lo contrario.
Muchas veces, el consejo que recibimos es que nos mantengamos con actitud positiva. Pero la realidad es que mantener esa actitud puede ser desgastante. Ya lo hemos dicho, no podemos esperar rendir igual que antes bajo circunstancias tan extrañas. Es importante que cuides mantener tu trabajo y tu salud mental si tu trabajo no te está importando tanto en este momento.
Desconectarse del trabajo es una respuesta completamente razonable y normal al estrés y al agotamiento de soportar un encierro en medio de una pandemia. También es una forma adecuada de administrar tu energía cuando estás agotado emocionalmente. Si no tienes suficientes recursos emocionales para invertir en tu trabajo, es posible que incluso sólo cumplir con lo que necesitas hacer para mantenerte empleado, es cansado por que estamos en un modo de supervivencia, no es uno de productividad.
Además, de pronto nos encontramos en un escenario donde todo sucede en el mismo espacio. Eso no es normal. Los niños están en casa, o estás con tu pareja 24/7, hay que limpiar más seguido, hay que contactar a la familia y amigos, hay que hacer rutina, etc. Si estás cuidando a un ser querido enfermo o manejando nuevas responsabilidades durante la cuarentena, administrar tu carrera puede ser la última de tus prioridades, o la última cosa para la que tienes energía. Y NO ESTÁ MAL.
Antes vivíamos en un mundo donde el trabajo nos definía. Definía cómo nos describíamos, nuestros horarios, amistades, tiempos de convivencia con la familia, incluso qué comíamos y cómo dormíamos. Ahora no es así, es momento de re-pensar cómo vemos nuestro trabajo y encontrar otra forma de amarlo. No perdiste tus talentos, ni te angusties por ser “mediocre”, cada quien está experimentando esto de diferente manera.
Lo primero, es reconocer que estos sentimientos no son para siempre. Si te sientes desconectado o incapaz ahora, no durará para siempre. En lugar de eso, reformula tus pensamientos autocríticos en un lenguaje compasivo. Date chance, te estás adaptando a circunstancias que son tan únicas e inusuales, que sabrás que no es un problema de carácter. Si de verdad no encuentras energía, debes hacerte cargo de ti primero y hacer cosas que te ayuden a cuidarte, balancearte en medida de lo posible y recuperar algo de energía.
Debe estar conectado para enviar un comentario.