¿Te imaginas nadar junto a pingüinos, ver delfines deslizarse entre las olas o encontrarte con un canguro al amanecer? Más allá de ser destinos de postal, hay playas en el mundo donde los animales son parte del paisaje. Lugares donde la biodiversidad y el turismo responsable se cruzan para ofrecer experiencias únicas en su tipo. Desde África hasta Oceanía, pasando por Europa y el Medio Oriente, esta guía presenta playas donde la fauna vive en libertad y tú puedes observarla —sin invadirla— desde la primera fila.
Playas donde puedes convivir con animales en su hábitat natural
Boulders Beach, Sudáfrica
📍 Simons’s Town, Ciudad del Cabo, Sudáfrica
Situada en el Parque Nacional Table Mountain, esta playa es famosa por su colonia de pingüinos africanos (Spheniscus demersus), una especie en peligro de extinción. Los primeros ejemplares llegaron en 1982 y hoy la población supera los 2,000 individuos. Gracias a pasarelas elevadas, se puede caminar entre enormes rocas de granito mientras los pingüinos anidan, se sumergen o toman el sol. Si bien se puede nadar en áreas designadas, está estrictamente prohibido tocarlos o alimentarlos, lo que garantiza una convivencia ética. La mejor época para visitarlos es entre marzo y mayo.

Bèrchida Beach, Cerdeña, Italia
📍 Provincia de Nuoro, Cerdeña, Italia
Entre las playas menos intervenidas de Cerdeña, Bèrchida se extiende a lo largo de cinco kilómetros de arena blanca y aguas poco profundas. En los meses de mayo-junio y septiembre, es común ver vacas pastando cerca de las dunas. Aprovechan los pastos silvestres en zonas donde la playa colinda con áreas agrícolas. Aunque parezca surreal, estos animales están acostumbrados a la presencia humana y no representan peligro. Eso sí: no se deben acercar ni fotografiar de manera invasiva.
Cape Hillsborough, Queensland, Australia
📍 Cape Hillsborough National Park, Queensland, Australia
A unos 50 minutos de Mackay, esta playa dentro del parque nacional es un secreto bien guardado de la costa este australiana. Cada mañana, al romper el alba, canguros grises orientales y ualabíes bajan del bosque cercano a la arena para alimentarse de algas y plantas marinas. El espectáculo dura apenas 30 minutos, y es uno de los momentos más memorables que se pueden vivir en contacto con fauna nativa australiana. Un programa especial del parque regula su avistamiento para asegurar que no se convierta en un acto turístico invasivo. El mejor mes: septiembre.

Cable Beach, Bahamas
📍 Cable Beach, Nassau, Nueva Providencia, Bahamas
Ubicada al oeste de Nassau, esta playa tiene un mar turquesa que parece pintado. Lo que pocos saben es que algunos resorts cercanos como Baha Mar, albergan jardines donde habitan flamencos del Caribe (Phoenicopterus ruber). Cada día, estas aves son guiadas por biólogos a zonas donde pueden caminar libremente cerca del mar o dentro del complejo, siempre supervisadas para garantizar su bienestar. También hay excursiones hacia zonas más silvestres donde puedes verlos en humedales naturales. Fun fact: su color rosado se debe a los carotenoides en su dieta.
Sahil Al-Huta, Omán
📍 Región de Ad Dakhiliyah, Golfo de Omán
Lejos del turismo masivo, esta playa a unos 40 minutos de Al-Hamra mezcla desierto, montañas y mar. Sahil Al-Huta no es solo un paisaje impresionante, también es uno de los pocos lugares donde se pueden ver camellos costeros caminar libremente por la arena. Muchos pertenecen a comunidades beduinas nómadas que se trasladan entre pueblos costeros y permiten que los animales beban agua salobre y descansen en la playa durante los meses más calurosos. La convivencia es tranquila y profundamente ligada a las tradiciones omaníes. Las puestas de sol aquí son espectaculares.

West Beach y Dolphin Cove, Australia
📍 Esperance, Australia Occidental
La región costera de Esperance, en el sur de Australia Occidental, es conocido por tener algunas de las playas más vírgenes del planeta, West Beach. Desde ahí, y en otras playas escondidas cercanas como Dolphin Cove y Twilight Beach, es posible observar delfines Tursiops aduncus nadando en grupos pequeños cerca de la orilla, sobre todo al amanecer y al atardecer. Estos encuentros no son programados: ocurren naturalmente cuando las condiciones marinas son óptimas. La arena, es tan blanca que literalmente cruje bajo los pies. Un destino ideal para quienes buscan contacto real con la naturaleza marina.

Saint Andrew’s Bay, Georgia del Sur
📍 Saint Andrew’s Bay, Territorio Británico de Ultramar
Una de las playas más espectaculares del hemisferio sur, aunque extremadamente remota. Sólo se accede por expediciones que parten de las islas Malvinas o Ushuaia, y el viaje puede durar varios días. ¿La recompensa? Una escena que parece salida de un documental: más de 100,000 pingüinos rey conviven sobre la arena negra, enmarcados por glaciares y montañas nevadas. El sonido, la densidad y la energía del lugar son indescriptibles. Aquí no hay hoteles ni infraestructura turística —es conservación pura— y las visitas están reguladas por normas internacionales de protección de fauna antártica.

Puerto Madryn, Argentina
📍 Patagonia Argentina
Reconocida como una de las capitales del avistamiento de fauna marina en Sudamérica, Puerto Madryn ofrece una experiencia privilegiada para ver ballenas francas australes, delfines, lobos marinos, elefantes marinos, pingüinos de Magallanes y más, todo en su entorno natural. Desde junio hasta diciembre, las ballenas se acercan a parir en las aguas calmas del Golfo Nuevo, y se pueden observar desde la playa o en excursiones en barco. A unos kilómetros, en Punta Tombo, habita una de las colonias de pingüinos más grandes del mundo, que puede superar los 500,000 ejemplares en temporada alta. La conservación es un eje clave en la región: muchos tours son operados por biólogos y guías certificados.

Punta Arenas, Chile
📍 Estrecho de Magallanes, región de Magallanes y la Antártica Chilena
Situada en el extremo sur de Chile, esta ciudad es punto de partida para explorar islas y costas donde la fauna patagónica domina el paisaje. En la Isla Magdalena, accesible en ferry desde Punta Arenas, se puede caminar entre más de 120,000 pingüinos de Magallanes durante los meses de verano austral (noviembre a marzo). También se pueden avistar toninas (una especie de delfín), cormoranes, lobos marinos e incluso elefantes marinos en las cercanías. Más allá de la fauna, el lugar tiene una historia de exploradores y navegaciones importantes.

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