Tainy es un artista que ha estado en los éxitos de la música en español desde hace casi dos décadas. Su primera colaboración profesional se remonta al disco Mass Flow 2 de Luny Tunes en 2005 y desde antes de eso el productor ya era conocido por ser esa persona que mezclaba más que nadie para encontrar el beat perfecto.
Data es su primer disco de estudio y un proyecto que el artista dice que lleva trabajando desde hace tres años, pero que al notar la cohesión de las canciones, el arte, la historia del disco (por delante y por detrás) y más, parece que es algo que ha estado construyendo durante toda su vida.
Si el reguetón ha pasado por distintas olas, Tainy las ha navegado desde su infancia y él es responsable de moldear el sonido que hoy hace que Bad Bunny sea el artista más escuchado en el mundo durante tres años seguidos. En DATA notamos la manera en que así como Benito, él también rompe la idea de lo que es un género musical y se adentra en cualquier tipo de colaboración con beats impredecibles para lograr una canción que nadie podía esperar, pero que sin duda tiene su sello y es un éxito seguro.
En Data, Tainy pasa de estar en las sombras a tomar un papel protagónico. Este disco muestra su capacidad como productor, pero entreteje una historia a través del sonido más allá de los versos de los cantantes. Es en los detalles sonoros donde está el feeling que hace a Data tan adictivo.
Entre beats ochenteros, reguetón clásico, tributos a Kanye West, colaboraciones con ARCA, Four Tet y Skrillex, es que Tainy nos lleva al Japón del animé, ese que conocemos por películas como Ghost in the Shell. Se necesita a un genio en la consola para poder transportarnos allá a través de un disco con colaboraciones de las personalidades latinas más grandes del momento.
Sena es el personaje de Data, quién aparece en la portada del disco y cuya ilustración nació de Hiromasa Ogura, director de arte de Ghost in the Shell. Tal vez su historia no aparece en el disco, pero todo el ambiente que vivimos en esas 20 canciones nos remiten a ella y nos hacen viajar a un Tokio futurista, pasión de Tainy y el lugar donde pasó meses mezclando los toques finales de Data.
El disco ya no es un concepto tan importante como lo fue en décadas pasadas, sin embargo, su poder reside en lanzamientos como el de Tainy. Incluso para artistas como Taylor Swift o Drake, lanzar un disco parece más la campaña para crear dos o tres hits globales y unas cuantas canciones que solo los verdaderos fans amarán. A diferencia de ellos, Tainy publicó un disco con un concepto definido, historia, estética, sentido y una selección de tracks que sin duda son hits en conjunto y de manera individual.
Estas son canciones que puedes escuchar por separado y disfrutar, pero no se tratan de hits para un antro (por lo menos no todos) y realmente la experiencia se intensifica cuando te das cuenta que son parte de un todo que te invita a escuchar el disco de principio a fin y poco a poco ir descubriendo todas las capas de cada canción donde puedes escuchar a alguien cantar, pero donde Tainy te está contando un secreto a partir de las sutilezas.