Si eres de esas personas que por más que programan cinco alarmas para despertarse por la mañana y aún tienen problemas para abandonar el templo nocturno, esto es para ti. Aunque no lo creas, existen diversos factores que contribuyen a que despertar sea mucho más difícil y que probablemente realices sin notarlo. Es por esto que tenemos cuatro excelentes consejos para hacer más sencilla la tortura de madrugar:
Aléjate de la computadora
…Y de los celulares, tablets y demás dispositivos electrónicos que contribuyen de forma negativa a que descanses. La luz que emiten afecta a la calidad de sueño impidiendo que el cuerpo se recupere como debería. Además, generalmente provocan distracción y hacen que duermas mucho más tarde de la hora que debías, lo que resulta en menos horas de sueño y por lo tanto, más dificultad al despertar. Un buen consejo es establecer un horario máximo para utilizar estos aparatos y siempre cuidar respetarlo.
Establece una rutina
Al igual que con todo lo que haces, tu cuerpo se acostumbra a cierto tipo de hábitos. Si un día te despiertas a las ocho de la mañana y al día siguiente a las seis, será mucho más difícil acostumbrarte a madrugar. Intenta dormir todos los días un mínimo de siete horas y procura que tu tiempo de dejar la cama sea siempre el mismo. Con el paso de los días verás que te resultará menos difícil.
Descarga una app de control de sueño
Es una forma divertida de empezar el día, pues muchas de ellas cuentan con originales alarmas que van despertando progresivamente al usuario para que no sienta de golpe el levantón. Además es posible mantener un registro de las horas que has dormido y saber que tan profundo ha sido tu sueño. Hay muchas opciones como Pillow y Sleep Time, disponibles para iOS y Android.
Crea un ambiente adecuado para dormir
Dormir con una lámpara encendida o en un lugar que no resulte lo suficientemente cómodo también afecta a la hora de despertar. Asegúrate de dormir en completa obscuridad y evita quedarte en lugares como el sillón de la sala o incluso en una cama con un colchón que no sea el adecuado para tus necesidades. Dime cómo duermes y te diré como te sientes en el día…
Lleva a cabo estos sencillos cambios y verás que en poco tiempo ¡notarás los resultados!
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