Cuatro hábitos que dañan tu piel

Existen hábitos que se vuelven parte de nuestra rutina diaria de belleza, que sin darnos cuenta dañan mucho más de lo que benefician en nuestra piel. Dejar a un lado estas acciones puede tener como consecuencia mejoras notables en la cara. Vale la pena intentarlo.

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Jalar la piel del contorno de los ojos

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En esta área está la capa de piel más delgada de toda la cara. Aquí, es donde se reflejan los primeros signos de la edad. Cuando se jala para aplicar el delineador, el rímel, los lentes de contacto o desmaquillarse, el colágeno y elasticidad se pierden y se pueden formar arrugas prematuras.

 

Tallar demasiado fuerte la cara al momento de lavarla

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Para quitar el maquillaje e impurezas de la piel, es necesario usar una esponja. Sin embargo, si se frota demasiado fuerte puede provocar irritación e incluso estimular las células de melanina que provocan las manchas y lastimar la piel. Lo mejor es usar una esponja para bebé, o con fibras muy suaves para no causar daños.

 

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No lavarse la cara en la mañana

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Todo mundo cree que el momento más importante para lavarse la cara es en las noches, y por eso se saltan este paso en las mañanas. Sin embargo, durante la noche trabajan las glándulas cebáceas, y lo que producen impide que los productos que aplicamos en las mañanas pentetren de forma óptima en la piel.

 

Usar los mismos productos todo el año

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Es obvio que la piel tiene distintas necesidades de acuerdo a la temporada del año. Conforma va cambiando el clima hay que ir modificando el tipo de productos que utilizamos. En primavera por ejemplo, es necesario usar exfoliantes que revivan y limpien la piel de la resequedad que provoca el invierno, y en verano protegerla del sol. En otoño e invierno lo más importante es mantenerla hidratada.

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