Hay cosas que tenemos que hacer una vez al año. Desde citas con ciertos doctores, hasta el mantenimiento de nuestro hogar. Aquí queremos hablar de algo un poco diferente, las cosas que necesitas para nutrir tu espíritu, complacer esa necesidad de vida que tenemos y no dejarnos rendir por la rutina.
Se trata de cosas que creemos que debes hacer MINIMO una vez al año, pero que sin duda debería ser mucho más recurrente. Hay quienes pueden hacer mucho una de estas actividades, pero no las otras. Queremos dejarte con una lista pequeña, pero que te hace enfrentar distintas cosas si las ves todas juntas y esperamos que una vez que las hagas, sea algo que repitas constantemente y no esperes un año para volver a ellas.
Viajar solo
No necesitas muchas vacaciones para viajar. A veces un fin de semana es perfecto para escapar a algún lugar cercano y descubrir las maravillas que te rodean. Hacerlo solo es una oportunidad perfecta, no solo para conocer más cosas, sino para conocerte a ti. Imagina un fin en la playa sin nadie más, o atravesando una ciudad nueva donde sólo eres tú y tu compañía.
Retar a tu cuerpo
Ejercitarse es algo crucial y siempre deberías hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio. Se recomienda que siempre hagas cardio y pesas para que tu salud se vea impactada de buena manera, pero aquí me refiero a encontrar un reto que te haga dar el 100%. Hay quienes se preparan para maratones, triatlones, otras personas que escalan (y ponerte una cima en mente es una gran meta), otros que buscan cargar cierta cantidad de peso o más.
Enfrentarte un miedo
Michelle Poler escribió el libro Hola Miedos, donde habla de cómo enfrentó 100 miedos que enlistó, uno por día. Tras esto se hizo viral y desde entonces es una personalidad cuya vida gira en torno a esta hazaña. No te digo que tú hagas lo mismo, pero una vez al año deberías enfrentar uno de esos miedos, los que se encuentran hasta arriba de la lista y demostrar que no tenías nada por qué aterrorizarte.
Ser voluntario
No digo que lo hagas por esto, pero ayudar solo por el hecho de ayudar te da una gratificación enorme. Aquí no se trata de ti, sino de lo que estás aportando, ya sea con tu trabajo, dinero o tiempo, a las personas que más lo necesitan.
Tener una comida de ensueño
Tal vez esto no es tan fácil para unos y definitivamente no es una prioridad, pero darte ese pequeño lujo de comer, no en un lugar necesariamente caro, sino que cumpla todas tus expectativas y puedas comer algo fuera de lo normal, siempre es un apapacho al corazón. Se trata del sabor, la experiencia, el sentimiento que llega al dar esa mordida y que se amplifica porque todo lo demás también es increíble.
Pasar un día sin conexión
Un día sin teléfono, computadora ni televisión. Más que una necesidad, esto es un lujo, pero si. te lo puedes regalar, intenta pasar todo un día (o un fin de semana) desconectado de redes sociales y de todo lo que pasa fuera de tu realidad inmediata. Empezarás a notar cosas que seguramente no veías y te obligarás a actuar con tu entorno.
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