Una vez que tomaste la decisión de hacerte un tatuaje por primera vez y marcar tu piel de forma permanente, es necesario que sepas sobre los cuidados posteriores que este nuevo tattoo necesita para verse siempre bien, justo como lo imaginaste.
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Antes que nada, sigue los consejos de tu tatuador. Estos pueden variar de un estudio a otro, pues cada artista/experto tiene ideas diferentes de cómo lograr el mejor proceso de cicatrización. Pero esencialmente, estas son nuestras recomendaciones para cuidar y sanar tu piel luego de tatuarte:
Después de unas horas lava suavemente tu tattoo.
La mayoría de los tatuadores te indicarán que dejes la cubierta de plástico que te ponen sobre el tatuaje durante las primeras 2 a 5 horas, luego retíralo cuidadosamente y lava suavemente el tatuaje con agua tibia y jabón neutro.
Hidrata con una crema sin perfume.
Aplica una ligera capa de una crema hidratante sin perfume como Bepanthen, en algunos estudios tienen su propia marca o productos diseñados especialmente para cuidar tu tatuaje. También puedes usar bálsamos o aceites naturales que te ayudarán a sanar mejor.
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Mantenlo limpio y seco.
Evita sumergirlo en agua durante al menos un mes (la tina y la piscina no son buena idea). Si es probable que tu ropa se frote, mantén tu tatuaje cubierto con una gasa y cinta adhesiva.
Evita exponerlo a la luz solar directa.
Los tatuajes, especialmente los de color, pueden desvanecerse con el sol. Una vez que tu piel haya sanado y cicatrizado asegúrate de protegerte con un FPS alto si vas a exponerte al sol.
Sé paciente con los tiempos de curación.
Los tiempos de curación dependen de tu proceso de cicatrización y del tamaño del diseño. Esto puede variar desde una semana para diseños de líneas simples y pequeñas, hasta varios meses para diseños más grandes y complejos. Asegúrate de que el tatuaje se mantenga bien hidratado y limpio y evita productos abrasivos para la piel.
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Evita tocarlo de forma constante.
A medida que el tatuaje se cura, puede formar costras. Evita tocarlo, ya que esto puede eliminar la tinta en esa área. Si te da comezón, no te rasques, solo intenta golpearlo ligeramente. Si notas hinchazón, mucha comezón y rojez o incluso sangrado consulta a tu tatuador o busca consejo médico.
Retócalo si es necesario.
Si cualquiera de las líneas pierde tinta, visita el estudio donde lo realizaste y pide un retoque. Debes quedar completamente satisfecho con el resultado final.
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