La física nos ha enseñado leyes para explicar nuestro entorno, como aquella que dice que por cada acción hay una reacción de la misma magnitud, pero en sentido opuesto. Pero el universo nos ha mostrado leyes universales que afectan, regulan y cambian el cosmos, o al menos así lo han recopilado textos sobre filosofía. De ahí surgieron las 7 leyes universales, y aunque no lo queramos, influyen en nosotros (pero también podemos sacarles provecho) Por eso, te decimos cuáles son estos preceptos y cómo puedes mejorar tu vida con ellos.
Cuáles son las 7 leyes universales y cómo aprovecharlas
Mentalismo. Se refiere a que todas las cosas, antes de existir, fueron un pensamiento. Es decir, todo lo que se construye de forma física primero fue un pensamiento. Para provechar esta ley, recuerda que lo que pienses del mundo es lo que terminarás por ver. De ahí que se diga que uno crea lo que piensa, y si en la mente hay solo aspectos negativos, entonces seguramente se verán reflejados así en el exterior.
Ley de la correspondencia. Seguro has oído la frase “como es adentro, es afuera”, la cual define a esta ley. Pues bien, se trata de que todo lo que vemos en el exterior, en realidad tiene una contraparte en el interior, en este caso el nuestro. Así que para aprovecharla debes aplicar un ejemplo también conocido: si quieres que el mundo cambie, empieza contigo mismo.
Ley de la vibración. Esta se refiere a que todo está en movimiento bajo un sistema de energías. Es decir, el universo se compone de vibraciones a diferentes velocidades, así que si atraemos determinada situación, simplemente es porque estamos vibrando en el mismo sentido. Por eso, sácale partido alineando tus vibraciones con aquello que quieres recibir o atraer: felicidad, entonces vibra con ello.
Ley de la polaridad. Aquí se habla de que todo tiene opuestos: hombre-mujer, arriba-abajo, adentro-afuera. Por tanto, algo negativo también contiene el lado positivo, y viceversa. Para aprovecharlo, cada vez que pases por una mala situación, piensa que en ello hay también algo bueno, por ejemplo una lección que debes aprender.
Ley del ritmo. Podría verse como un recordatorio de que todo en la vida tiene un ciclo: dormimos, despertamos, nos activamos y luego volvemos a dormir. De eso se trata esta ley: de que todo sigue un proceso y tomará su debido tiempo para pasar al siguiente estado. En la vida diaria podemos aplicarlo así: cada vez que pasamos por algo negativo, hay que reconocer que es solo un momento y que tarde o temprano se pasará al siguiente estado, que es la felicidad.
Causa y efecto. Esta ley dice que toda causa produce un efecto, así como que todo efecto devino de una causa. Por ejemplo, si vives un efecto positivo en tu vida, seguro que sabes cuál fue la causa. De igual forma en los aspectos negativos. Esto te permite rastrear esa semilla que ocasionó todo para poder cambiarlo. Entonces, si algo no te gusta ahora, solo debes ver cómo llegaste hasta ahí y modificarlo.
Ley de género. Es la última de las leyes universales y se refiere a que todo tiene energías masculinas y femeninas, no como construcciones sociales, sino como polaridades arquetípicas: la energía conquistadora y exploradora, por un lado; y la energía protectora y asertiva, por el otro. Para aprovechar esta ley, solo necesitas estar en equilibrio con estas dos posibilidades para explotarlas a tu favor.
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