Conforme pasan los días, los propósitos que nos pusimos el 31 de diciembre comienzan a verse lejanos, difíciles y pesados. La carga de mejorar como personas y superar el año pasado mientras nos enfrentamos a la incertidumbre del nuevo año no es fácil de llevar, pero si hiciste propósitos para el año que se desenvuelve, es porque realmente quieres transformarte, y sabes que a la larga, el esfuerzo valdrá la pena. Pero sabemos que mantener propósitos no es el fuerte de nadie.
Si sientes que los propósitos te están ganando, si tienes más estrés y ansiedad que entusiasmo, entonces tal vez debes leer esto. Adaptar tus propósitos a un nuevo esquema y seguir poco a poco, recuerda que es mejor mejorar un poco cada día, que intentarlo al máximo un día y darte por vencido.
Transfórmalos en algo concreto
Tal vez de nuevo dijiste que bajarías de peso, que comerías mejor, que harías ejercicio o que ahora sí leerías, pero es mucho mejor poner metas concretas, como “haré ejercicio tres veces a la semana durante las mañanas” o “leeré 10 páginas de un libro cada día”.
Crea un plan con puntos a seguir
Dicen que querer es poder, pero es mejor seguir un camino claro para llegar al final que simplemente confiar en nuestra fuerza de voluntad. Un plan de objetivos, como el que llevas en la escuela u oficina, puede ayudarte a mantener tus propósitos. Sigue un calendario que te obligue a llevar un expediente de tus mejoras y hazlo hasta que se convierta en un hábito, de esa manera será mucho más fácil hacerlo sin sentir que es un martirio.
Planea tus recompensas
Cuando la motivación y el espíritu comiencen a fallar, ten una serie de recompensas listas para regresarte al juego. Si estás haciendo dieta, tal vez después de dos semanas comiendo como querías, puedes darte un día de cheat meals, si realmente lo que cuidas es tu alimentación y gracias a que cocinas en casa ahorraste dinero, puedes comprar algo por internet. Encuentra varias recompensas que puedas vislumbrar a futuro y por las que valga la pena seguir tus propósitos.
Adelántate a los obstáculos
Siempre es más fácil encontrar las razones para no hacer algo, seguramente una reunión inesperada, un gasto sorpresa o algo puede hacer que te alejes de tu meta, piensa en todo lo que puede pasar desde antes y crea un plan de emergencia, busca la mejor manera de salir adelante y mantener tu nueva rutina, recuerda que si te estás transformando, esos cambios afectarán toda tu vida, por lo que debes ser capaz de sobrellevar esas emergencias sin modificar tus nuevos hábitos y mantener tus propósitos.
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