En este momento Bill Gates tiene cerca de 133 mil millones de dólares como fortuna personal. El fundador de Microsoft pertenece a un pequeño grupo de billonarios que sobrepasan los 100 mil millones de dólares y donde sólo están él y Warren Buffet, Larry Ellison, Mark Zuckerberg, Elon Musk, Bernard Arnault y su familia y claro, Jeff Bezos que está a punto de sobrepasar los 200 mil millones de dólares.
Con tanto dinero, estas personas pueden comprar cualquier cosa que esté a la venta, pero Gates es conocido por ser bastante discreto con la manera en que gasta. De hecho, cuando hace una compra ostentosa, suele ser titular en gran parte del mundo y es que cuando decide darse un lujo, lo hace a lo grande. Estas son algunas de las formas en la que Bill Gates gasta su fortuna.
La primera compra que Gates hizo al tener ganancias considerables con Microsoft fue un Porsche 911. Si bien Gates no solía gastar mucho, sí corría mucho y con la empresa situada en Nuevo México, una de sus actividades favoritas era pisar el acelerador a fondo en las planas carreteras de la zona. Por esto fue multado en distintas ocasiones y cuando un policía lo detuvo, terminó arrestándolo y de ahí nació la mítica fotografía de Gates en prisión.
Desde entonces los autos de lujo han sido una debilidad para el empresario y algunos de sus modelos más conocidos son un Ferrari 348 y un Jaguar XJ6. Sin embargo, eso no es todo, Bill Gates también llevó su pasión por los motores fuera de la pista a los aires y compró un jet Bombardier BD-700 Global Express que ha sido valuado desde los 21 hasta los 40 millones de dólares, un pequeño lujo donde acomodar a 19 personas en el aíre. Además hace poco rentó un yate por cinco millones de dólares a la semana para vacacionar con toda su familia por el Mediterráneo.
Aunque será recordado por ser un “genio” de las computadoras, nadie puede negar su inteligente manera de invertir, incluso con su hogar lo ha demostrado. En lo que se conoce como Xanadu 2.0 en Washington, Gates construyó su casa. En 1988 compró el terreno por 2 millones de dólares y después de siete años y 63 millones de dólares después, su hogar estaba listo. Hoy la mansión está valuada en más del doble de lo que le costó construirla.
Además de esa casa, tiene ranchos que le han costado desde los 9 hasta los 18 millones de dólares. Sin embargo, una gran inversión en su vida fueron los Hoteles Four Seasons. Esta cadena, considerada una de las mejores en la industria de la hotelería, tiene a Gates como uno de los socios mayoritarios pues controla casi el 50% de las acciones del grupo.
El arte también es parte de la vida del billonario, pues en su hogar tiene una pintura de Winslow Homer que compró en 1988 por 36 millones de dólares, y si buscas cuál es el libro más caro de la historia, encontrarás que se trata del Código Leicster, un manuscrito escrito por Leonardo da Vinci sobre las mareas y su movimiento, que Gates compró en 1994 por 30 millones de dólares y que vive en constante gira alrededor del mundo.
Esto nos lleva a su principal manera de gastar dinero. Si Bill Gates es conocido por gastar en algo es en obras filantrópicas. Esto no se limita a prestar las obras de arte que compra, sino a buscar erradicar enfermedades mortales, terminar con el hambre y combatir el cambio climático. Esto no es tan fácil como parece, ni siquiera la fortuna de uno de los hombres más ricos puede cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero su campaña contra el polio en África ha tenido increíbles resultados y es uno de los más involucrados en lograr que las vacunas contra el Covid-19 lleguen a países con pocos recursos.
Su fortuna es inmensa, pero él parece dedicado a lograr que gran parte de ella sea distribuida para mejorar al planeta a partir de las causas más altruistas.
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