Por Mariana Rubio
Hoy en día, escoger algo que pareciera tan ¨simple¨ como un aceite de oliva, es todo un ritual. En los supermercados, existen interminables pasillos, exclusivamente dedicados a este producto, que hoy en día, en lugar de ser un mero ingrediente más, ha cobrado la importancia de ser todo un lujo.
Pero que exista una infinidad de opciones, no significa que elegir el idóneo se haya convertido en una tarea sencilla, sino todo lo contrario. Con tantas opciones, sin duda se necesita asesoría, para elegir el mejor. Por lo que te tenemos algunos tips, para entender las etiquetas, y elegir la opción que se acerca más a tus necesidades.
-Los términos virgen y extra virgen, se refieren a la acidez del aceite. El extra virgen, suele tener 0,8 gramos de ácido oleico, por cada 100 gramos de aceite. El virgen, tiene 2 gramos por cada 100. Por lo que mientras menos ácido, es mejor el sabor del aceite, aunque al final todo se resume al gusto personal de cada quien.
– A diferencia del vino, el aceite de oliva no mejora con el tiempo, sino todo lo contrario, empeora. Por lo que es recomendable procurar consumir aceites de 1 año o menos de fabricación.
-El aceite extra virgen, es el jugo de la oliva puro.
-El color del aceite, no es importante, lo importante es fijarse en su acidez.
-Los médicos recomiendan consumir de tres a seis cucharadas de aceite de oliva al día.
-No se debe de dejar el aceite en el sol, expuesto al aire, ni a temperaturas muy frías o calientes.
-Los aceites (como los jugos verdes) cuyo proceso de extracción es en frío, son mejores, ya que así conservan todas sus propiedades benéficas.
-El color del aceite, siempre deberá ser muy nítido, si es un tanto borroso o turbio, algo está mal.
-Lo ideal es encontrar un aceite que indique que se consiguió en la primera extracción.
Con estos tips, podrás escoger la opción que mejor se adapte a tu presupuesto, gusto y necesidades, para sorprender a tus invitados, o acompañar a la comida en casa.
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