Todos tarde o temprano queremos ser nuestra mejor versión propia en la que podamos dejar huella en las personas al paso del tiempo. Esa clase de momentos en los que seamos recordados por las cosas increíbles que hicimos durante toda nuestra vida. Lamentablemente algunas personas confunden ese tipo de cosas con el dejar cicatrices en otros, esas marcas que no son recordadas por buenos momentos sino aquellas que te desgarran el alma al pensarlas.
La persona que somos durante toda la vida va causando algo en los demás y aunque esperamos que sea bueno, no siempre es así. Tarde o temprano nuestras acciones pueden lastimar a otros. Para corregir ese dolor y poner un poco de orden, es importante hacer conciencia en la persona que somos y cómo queremos impactar en los demás. Sí de buena manera o de mala.
Dejar huella no significa dejar un legado solo por existir. Se trata de las acciones que llevas a cabo para que ese legado sea algo que aporte bondades en las personas que se quedan con eso. Cumpliendo cada uno de nuestros sueños y metas. Rodeados de personas especiales que nos hagan sentir que todo vale la pena. No de dejar huella haciendo menos a otros o lastimando a todos en nuestro paso.
Si lo pensamos fuera de nosotros, hay personas que llegan a nuestras vidas en el momento más inesperado y cambian todo en un abrir y cerrar de ojos. Personas por las que vale la pena intentar todo, que nos hacen valorar cada momento a su lado. A eso me refiero con dejar huella, convertirnos en esa persona especial para las personas que queremos sin lastimar a nadie.
Para ser una persona así, necesitamos ser auténticos, personas que marquen un antes y un después en otros pero principalmente en nosotros mismos. Si nosotros logramos sentirnos orgullosos de la persona que estamos logrando. Es más fácil que otros lo noten y eso se vea reflejado para bien. Nada de dejarnos intimidar, muchas veces por querer encajar no nos mostramos como somos realmente por miedo al rechazo.
Es momento de dejar de ser esclavos de nuestros pensamientos y olvidarnos de lo otros piensen, libera a tu verdadero yo de cualquier temor. Él no ser nosotros mismos solo nos lastima a nosotros y no permite que podamos conectar con otros de manera genuina. Aprende a ir fluyendo poco a poco contigo, no pretendas ser perfecto, hay gran belleza en la imperfección de cada uno. Nos permite darnos cuenta que podemos ser mejores y crecer cada día.
Lamentablemente, somos seres que le da mayor peso a las cosas malas, esos momentos suelen perdurar mas que los buenas y no nos permite ser felices. Dejar huella no requiere de mucho tiempo para que sea plenamente. En lugar de dejar vibra negativa, marcas, dolor y cosas que no aportan podemos valorar y tratar de hacer cada día un aprendizaje del que logremos estar orgullosos.
No tenemos que perjudicar a nadie para brillar, todos podemos ir de la mano haciendo realidad cada meta. Se trata de enaltecer nuestras emociones y valorar cada una en cada momento. En compañía de personas que nos hagan ver que juntos somos más y que no hay sueños mejores ni peores. Simplemente todos pueden dejar huella de diferente manera en alguien y esta bien. De eso se trata la vida. Ser seres que están viviendo una experiencia única.
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