Muchas personas piensan que no es necesario cepillar los dientes de sus mascotas, dejando que su higiene bucal no este en las mejores condiciones y provocando sarro y mal aliento. Así que es momento de perderle el miedo y darle los cuidados necesarios a tu mascota lo antes posible para evitar complicaciones a futuro.
Si tienes la fortuna de tener un cachorro, estás a tiempo de que pueda acostumbrarse desde pequeño y se haga un hábito entre los dos para que cepillar los dientes de tu mascota no sea problema en un futuro. Aunque si ya es adulto, no es tarde, puede que no sea tan sencillo pero tampoco imposible de lograr, solo es cosa de esforzarse y tener algo de paciencia.
Para cepillar los dientes de tu mascota de la mejor manera, lo principal es frotar suavemente sus dientes con un paño suave o un cepillo de cerdas para niño. Aunque no lo creas, hace toda la diferencia usar un cepillo de niño o adulto por el tamaño y los materiales. Además de que tienes que considerar que para la pasta dental se use una formulada especialmente para perros.
Ahora que al hablar de la frecuencia, no es como con un ser humano que se tiene que hacer después de cada comida. Aquí el hacerlo tan frecuente puede provocarle un desgaste en su dentadura e incluso molestias e irritación. No querrás que al cepillar los dientes de tu mascota termines lastimando en lugar de ayudar. Por eso puedes hacerlo semanal o quincenal para que se mantenga una mejor higiene bucal pero sin exagerar.
Para que sea una tarea más sencilla, busca pastas de sabores que sean amigables con tu mascota como pollo o carne. Esto hará que incluso disfruten el momento en lugar de pelear o tratar escapar. Puedes consultar con tu veterinario de confianza o buscar opciones en internet. Ahí encontrarás de todos los sabores posibles.
Ahora que si es de plano muy imposible por el temperamento de la mascota, existen opciones como huesos limpiadores o pastillas, esos no logran limpiar a profundidad pero te ayudarán en lo que se adapta la mascota. Todo es cosa de aguante y seguir intentando sin rendirse.
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