Desde hace 20 años Coldplay ha sido una banda que redefinió muchas cosas en la música. Es fácil burlarse de una banda de britpop que ha sido atacada por la industria, por bandas de rock, por periodistas y más, sin embargo, pocas han logrado dos décadas de estadios llenos en todo el mundo.
¿Cómo lo han logrado? Todo empezó con un disco que si bien no transformó la industria, se sintió como algo fresco. Parachutes es el primer disco de estudio de la banda liderada por Chris Martin y sin duda hasta hoy continúa siendo su mejor álbum, el que representa los cimientos sobre lo que todo se ha construido.
El sonido de la banda ha evolucionado, a veces se ha tornado más electrónico, en ocasiones han buscado por un rock más “profundo” y “oscuro”, pero aquí es donde el carisma de Chris Martin funciona como arma de doble filo, porque a pesar de eso, el sonido con el que asociamos a la banda es el que es característico de este disco, agradable, melódico, suave.
Cosas que no parecen ir contra lo establecido, pero al mismo tiempo mismas que los han vuelto tan populares entre distintos públicos. Coldplay es esa banda que le puede gustar a tu abuelo y a tu sobrina.
Yellow se convirtió en un himno, una oda al amor del siglo XXI y su video, una simple caminata de Chris Martin por la playa, demostró que esta era una banda con una propuesta distinta a las grandes producciones de otras bandas justo cuando MTV dictaba las reglas del juego.
Sin embargo, Shiver es la verdadera joya del disco, tal vez la mejor canción de la banda en toda su historia gracias a que los sintetiza a la perfección. Aquí se nota lo que sí los hace únicos entre el resto, pues además de que los instrumentos tienen protagonismo, las letras de Martin (hay que reconocer que es uno de los mejores escritores en la industrua) rayan en la poesía.
Parachutes tiene 20 años y la carrera de Coldplay ha cambiado inmensamente, pero escuchar este disco es encontrar la razón por la que aún pagarías por verlos en vivo, porque es comfort food auditivo, porque escuchar Trouble simplemente hace lo que la música debe hacer, quitarte la preocupación y ayudarte a entrar a otro mundo.