La casa de Bodegas Domecq en México se encuentra en el Valle de Guadalupe. Ahí, desde que el vino se produce masivamente, Domecq ha estado presente, por eso aunque su origen es español, no podemos negar que se trata de uno de los vinos más mexicanos que conocemos.
Es en ese corazón vinícola de México donde nació el nuevo integrante de la familia. Chateau Domecq Rosado es el nuevo integrante que busca refrescar y complementar la manera en que bebemos, comemos, nos divertimos y hasta nos relajamos.
El vino rosado ha tenido una mala fama, dentro y fuera de los círculos del vino. Ni blanco, ni tinto, sino un color medio que hace pensar que se trata de una mezcla de ambos y por lo tanto un híbrido que disminuye su calidad. Algo que no es cierto, pues un rosado lleva la misma elaboración que un tinto, pero con menos maceración. Pero basta con ver el color durazno/salmón de Chateau Domecq Rosado para darte cuenta que este fue pensado como un rosado desde el inicio.
Este blend de Grenache y Syrah tiene un aroma dulce, donde se desprenden olores y aromas de ambos mundos, desde la pimienta blanca, hasta cítricos y nueces. Gracias a sus tres vinificaciones distintas, nos encontramos un vino amplio en boca y muy complejo. tiene la frescura y acidez de un blanco, pero la complejidad de un tinto. El sabor puede ser un poco fuerte tras el primer trago, pero es cuestión de dejar que los sabores bailen en tu boca para entender la frescura de la que Domecq habla.
Este es un vino que puedes disfrutar tanto en una rica cena como durante un día caluroso para una de esas charlas que se pueden extender por horas. Su versatilidad lo hace perfecto para acompañarlo con casi cualquier comida (nosotros lo hicimos con hummus de betabel y el resultado es espectacular), pero sin duda un corte de carne o pescado también es una gran opción.
Sin embargo, no hay nada como esperar a un día soleado en el que podamos poner la botella en hielos y disfrutar de una copa cuando el calor empieza a sentirse. Más que una fórmula para saber cómo disfrutarlo, Chateau Domecq Rosado necesita un mood, el momento en que todo se alinea y decides abrir una botella (aunque sin duda las señales pueden ser tan claras como un día pesado).