Descubrir nuevos restaurantes es mi pasión. Y ahora me tocó conocer Charco, un nuevo spot en el Centro Histórico de la CDMX, Charco, un restaurante con una vista directa al Templo Mayor y una propuesta gastronómica que dará mucho que hablar en las próximas semanas, o meses.
Ubicado en el último piso del nuevo museo del chocolate, Charco es un remix de sabores del mundo. La
cocina es abierta, el carbón va a todo lo que da, y la carta ofrece una selección de platillos pensados para compartir. Todo esto bajo la filosofía de“DiningFine”, un movimiento que rechaza los protocolos del fine dining tradicional para apostar por una experiencia auténtica, libre, rica y accesible.
Ricardo Verdejo es el chef detrás de Charco quien desarrolló un menú que celebra la trazabilidad: ingredientes de haciendas, ranchos, mercados y pescadores, seleccionados con cuidado, transformados con técnicas de distintas
latitudes. Y definitivamente nos dejó sin palabras.
Lo mejor de la carta en Charco
Para empezar y para refrescarnos en su terraza pedimos un cucumber Spritz mientras disfrutábamos de la preciosa vista. De entrada nos recomendaron pedir las cebollitas, cosa que no nos llamaba la atención y que si no me lo hubieran recomendado no lo hubiera pedido. Unas cebollitas témpura, con mascarpone de algas y tinta de calamar, algo que jamás había escuchado, ni probado pero que me dejaron sin palabras, si hablamos de platillos perfectos puedo decir que este es uno de ellos.
No soy la más fan de pedir pan y mantequilla, pero aquí vale la pena, su mantequilla con miso rojo, hace toda la diferencia con su pan calentito recién horneado. Los vegetales son un must en Charco, y es algo que quieren impulsar, y sus brochetas de vegetales a la parrilla, ajo, miso, crema fresca de caviar, son otro must.
De plato principal no puedes dejar de pedir el NY steak con hongo, cremini y macadamia, es un estilo de puré de hongo con hongos crujientes encima, algo diferente, rico e ideal para compartir, con su cocción 10/10, algo que no siempre se consigue y definitivamente un manjar al paladar.
Como no sabía cuál de los tres postres pedir, pedí dos para el centro, pero definitivamente mi corazón se lo ganó el flan de vainilla caramelo y naranja, no por nada el chef tiene su propia cuenta en IG que se llama Only Flan, cosa que después de probarlo entendí porqué el hype de este postre, porque me dejó sin palabras.

Charco nace para rendir tributo a la tierra que pisa: la antigua Tenochtitlán. Ahí donde antes hubo un lago, ahora hay fuego, sazón y una invitación a disfrutar sin rigideces. Brinca el charco, sube el elevador y disfruta de una gran experiencia.
Un espacio ideal para compartir con seres queridos, al cual volveré próximamente para seguirme sorprendiendo de las recetas impecables de Ricardo.
Debe estar conectado para enviar un comentario.