Una oleada de burbujas, sutiles, dulces, un poco secas, pero siempre deliciosas. Tomar champagne no debe ser reservado para ocasiones especiales (o sí, pero considera que todos los días deben ser especiales). Muchos lo hacen por su origen y sabor (sí es lejano y sí es delicioso) pero realmente se trata de una bebida que tiene mucho potencial para otras ocasiones.
Tomemos por ejemplo un brunch o desayuno. Las mañanas no son para beber de manera intensa, pero tampoco tienen que restringirte de algo que te levante y anime. Las siguientes botellas son perfectas para descorchar durante un desayuno en fin de semana con tus amigos, tomar con calma y esperar a que el día avance hacia algo más robusto.
Taittinger Brut
La familia Taittinger es una de las más tradicionales de Francia. Ellos han resistido el vender la marca a una empresa más grande y aún así han logrado exportar esta bebida a todo el mundo. Su línea Brut es la más sutil y ligera, 40 % Chardonnay, 35% Pinot Noir y 25% Pinot Meunier hacen que sea perfecta para las horas más suaves del día.
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Rosé Impérial
De Möet & Chandon, esta champagne con sabor frutal, pero al mismo tiempo un cuerpo maduro, la convierten en una verdadera delicia por las mañanas. Su bajo porcentaje de Chardonnay la hacen única en el mercado y claro, el color rosa de la botella le dan un toque aún más elegante para las primeras horas del día.
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Balero vino espumoso mexicano
Aunque no tiene la denominación de origen, este nuevo vino espumoso mexicano hace justicia al sabor de la mejor champagne. Mitad Pinot Noir y mitad Chardonnay, este vino producido en Querétaro –el mejor lugar para los vinos blancos de México– tiene una combinación de notas cítricas y afeitadas, que lo hacen perfecto disfrutarse solo o con una gran variedad de platillos mexicanos.
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