Desde que el movimiento #MeToo comenzó a tomar las redes sociales, más de seis millones de tweets han sido analizados para revelar el abuso que tanto mujeres como hombres pueden sufrir en éstas, sobre todo si se encuentran bajo el spotlight de Hollywood. El contenido de esos tweets podía ser desde una palabra despectiva como “gorda”, “feo” hasta “suicídate”, lo que ha dejado ver que hay una gran comunidad de cyber-bullies que disfrutan de insultar a quienes ni siquiera conocen –ni conocerán– en persona.
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Las dos celebridades que han recibido un mayor número de tweets lamentables han sido Amy Schumer (comediante y actriz) y Lena Dunham (actriz y productora). A ellas se les sumaba Anderson Cooper (periodista), Kevin Durant (jugador de baloncesto) y Ben Affleck (actor). Por lo que puede notarse que ni siquiera existe una coherencia en su profesión, más que están expuestos a las críticas por estar en los medios. Sin embargo, esa no es razón para la cantidad de agresiones que reciben en tan solo un par de caractéres.
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En este estudio se descubrió que son las celebridades femeninas las que la pasan mucho peor en las redes sociales, un 30% más que los hombres. Y que el anonimato de la pantalla, tal como lo motiva el Internet, es la razón principal por la que estas personas se atreven a “opinar” algo que jamás se atreverían en persona.
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Cabe destacar que no solo en Hollywood sucede, también en los distintos medios de entretenimiento como en la música con víctimas como Lily Allen y hasta la autora de Harry Potter, J.K. Rowling. Eso sí, ya son varias las celebridades que han comenzado a contestar estos tweets o han desaparecido de las redes sociales, tal y como sucedió con Anne Hathaway quien desde el 2013 fue considerada la celebrity más bulleada en los medios, con tal magnitud que sus agresores recibieron el nombre de “Hathahaters”.
Para Hathaway fue un episodio en su vida que ahora ve muy lejano y, según dice en una entrevista para Stylist, ha desarrollado piel de rinoceronte ante las agresiones, ya que en aquel momento la tomaron por sorpresa y con “la guardia baja”. Lo cierto es que NADIE merece ser víctima del bullying de ninguna manera ni antes ninguna situación, y mucho menos si es bajo el escudo de una pantalla.
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