Las catacumbas de París son uno de los lugares más cotizados de la capital francesa, ya que esta atracción subterránea ha llamado la atención en todas partes durante siglos. Su origen da inicio a finales del siglo XVIII, cuando París se encontraba en un grave problema de salubridad por la saturación de sus cementerios. Aquí te compartiremos la historia de las catacumbas de París, y te daremos una visión de cómo es actualmente este lugar.
Este es el origen de las catacumbas de París
El origen de las Catacumbas está vinculado a los problemas de higiene que se tenían en París en el siglo XVIII. Los cementerios, principalmente el Cementerio de los Santos Inocentes, ubicado en el centro de la ciudad, había estado en uso durante más de diez siglos, lo que provocó la acumulación de cadáveres que, al descomponerse, contaminaban el aire y el agua. La situación se volvió insostenible cuando las fosas comunes rebosaban, lo que obligó a las autoridades a buscar una solución.
El 15 de septiembre de 1776, el rey Luis XVI emitió un decreto que prohibía la extracción de materiales bajo la vía pública y ordenó la creación de la Inspección General de Canteras para unificar y supervisar las canteras subterráneas de París, que ya habían causado varios hundimientos. Charles-Axel Guillaumot, el inspector encargado del proyecto, sugirió aprovechar las antiguas canteras de Tombe-Issoire, bajo la Plaine de Montrouge, como un lugar para trasladar los restos humanos. Estas canteras, explotadas desde el siglo XV y posteriormente abandonadas, se convirtieron en el osario definitivo de París, conocido como “las Catacumbas”.
¿Cuándo se realizaron los traslados?
El traslado de los restos de los cementerios de París comenzó en 1785 y se extendió hasta 1814. Durante este período, los huesos fueron evacuados mayormente durante la noche para evitar las protestas de la población y de la Iglesia. El Cementerio de los Santos Inocentes fue el primero en vaciarse, y poco después siguieron los cementerios parroquiales del centro de París, como San Eustaquio y San Nicolás de los Campos. A lo largo de estos años, millones de restos fueron transportados de manera ordenada a las catacumbas.
Uno de los últimos grandes traslados ocurrió en 1860, durante las remodelaciones urbanísticas de Georges-Eugène Haussmann bajo el mandato de Napoleón III. Las obras transformaron la ciudad, y los cementerios que quedaban en las áreas afectadas fueron también vaciados, trasladando sus restos a las Catacumbas.
Dónde están las catacumbas de París
Las catacumbas de París se encuentran en el distrito XIV, bajo las calles del sur de la ciudad. Las entradas modernas permiten el acceso desde la Plaza Denfert-Rochereau, que también fue el sitio de uno de los hundimientos más famosos de las canteras, ocurrido en 1774. El complejo subterráneo tiene más de 800 hectáreas de túneles, aunque solo una pequeña parte es accesible al público. Las galerías donde se almacenan los huesos están diseñadas de manera que los esqueletos se apilan en patrones ordenados, creando un paisaje visualmente impactante.
¿Por qué se convirtieron en un atractivo turístico?
Las Catacumbas comenzaron a recibir visitantes en 1809, inicialmente con cita previa. Su naturaleza macabra y el hecho de estar repletas de los restos de millones de parisinos atrajo el interés de personas de la aristocracia y figuras internacionales. A lo largo del siglo XIX, la popularidad del lugar creció, y los registros indican visitas de personajes ilustres como el conde de Artois (futuro Carlos X), el emperador de Austria Francisco I, y Napoleón III junto a su hijo.
Actualmente, las Catacumbas son un destino turístico destacado, atrayendo a más de 500,000 visitantes anualmente. La fascinación por los misterios subterráneos de París, sumada a la experiencia única de caminar entre los huesos de millones de personas, sigue siendo un atractivo ineludible para quienes visitan la capital francesa.
Las catacumbas en la actualidad
En la actualidad, las Catacumbas de París están administradas por el Museo Carnavalet, encargado de preservar y promover la historia de la ciudad. Los visitantes pueden recorrer alrededor de 1.5 kilómetros de túneles decorados con los restos de entre seis y siete millones de parisinos. El recorrido incluye inscripciones que indican la procedencia de los huesos, y paneles informativos sobre la historia de este osario y de las canteras subterráneas.
En 2017, se inauguraron una nueva salida y una tienda-librería, mejorando la experiencia de los visitantes. Además, se restauró el Pabellón Ledoux, uno de los elementos arquitectónicos más icónicos del acceso a las Catacumbas.
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