Tan solo bastaron 10 días para que la casa de Los Ángeles de este ícono de los 60s se vendiera en un precio mayor del que estaba en el mercado de bienes raíces. Esta fue la única casa que Monroe poseía y fue en la misma en donde murió en 1962.
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Se trata de una construcción de 2,600 pies cuadrados, que parece más bien una tradicional hacienda. Con paredes de estuco blanco y ventanas que iluminaban toda la casa, Monroe decoró cada rincón con piezas que consiguió en un viaje a México, el cual hizo únicamente para eso. Aunque, cuando la encontraron sin vida en su habitación, todavía estaba parcialmente amueblada.
Dicho lugar se construyó en 1929, en un callejón sin salida, una cerrada residencial completamente arbolada.
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Aunque por este hogar han pasado muchas personas, algunas no conocidas y otro sí, como la actriz Veronica Hamel y luego el director Michael Ritchie, ésta todavía conservaba detalles seleccionados por Marilyn. Por ejemplo, la sala con pisos color terracota, las puertas, los techos de madera original con vigas, la chimenea con azulejos de color azul y una claraboya en la cocina, que daba luz al espacio.
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Monroe compró esta propiedad en 1961 por menos de $80,000 dólares y únicamente vivía ella y su ama de llaves, Eunice Murray. Un par de años –y dueños– después fue vendida nada más y nada menos que $7.25 millones de dólares. Lástima que fue tan corto el tiempo de venta y seguro hubo más de un par de jugosas ofertas, si no, esta casa pudo haber sido tuya.
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