Cuando caminas por Ciudad de México puedes encontrar de todo: arte urbano, edificios espectaculares, áreas verdes y mucha historia entre locales, mobiliario y lo que vayas topándote tan solo al dar la vuelta en la siguiente esquina. Pero hay calles que merecen una visita especial, pues son el lugar para caminar gracias a su trazo, su belleza y elementos que las adornan. Si quieres conocer algunas, aquí te damos una lista de las calles más bonitas de CDMX, donde justo vas a querer pasear una y otra vez para descubrir todo lo que ofrecen.
8 de las calles más bonitas de CDMX
Paseo de la Reforma
Tiene una extensión de casi 15 kilómetros, desde Chapultepec hasta el norte de la ciudad, muy cerca de la Villa. Sin embargo, el trazo original iba de la puerta de los leones hasta Bucareli.
La idea de su construcción fue de Maximiliano de Habsburgo, inspirado en los paseos de las ciudades europeas, por eso cuenta con laterales y área central, ornamentos como jarrones en bronces, y luego se le fueron sumando estatuas de personajes ilustres mexicanos, así como los monumentos más representativos de la ciudad: desde el Ángel de la Independencia a la escultura de El Caballito.
Francisco I. Madero
Se volvió icónica desde que es 100% peatonal, hace más de 10 años. En ella vas a descubrir construcciones coloniales de gran belleza e historia (como la iglesia La Profesa, en la esquina con Isabel La Católica). Además, es la vía de conexión entre Bellas Artes y el Zócalo de la ciudad, por lo que suena a una buena idea recorrerla para llegar de uno de estos puntos al otro.
Ámsterdam
Esta es una de las calles más singulares de la ciudad por su singular forma ovalada: de hecho, si la recorrieras toda, estarías llegando al mismo punto de origen. El motivo de esta forma es que los terrenos donde se ubica eran antes el antiguo hipódromo, por lo que en ese trazo se hacían las carreras.
Luego, el arquitecto mexicano José Luis Cuevas diseñó la avenida, al volverse esta área un espacio habitacional, y agregó elementos Art Decó que van muy bien con el entorno que vas recorriendo. Hoy puedes ver por su camellón central lo mismo a corredores que a transeúntes que exploran la ciudad.
Francisco Sosa
Al sur de la ciudad, esta calle nace en el centro de Coyoacán hacia Avenida Universidad. Su trazo original en el siglo XVI conectaba el barrio con la zona de San Ángel, por eso puede parecer más corta en comparación con otras de este listado. Pero su gran belleza radica en el encanto que guarda, como si estuvieras recorriendo el México antiguo: empedrada, flanqueada de construcciones de época y con varias joyas que irás encontrando mientras la recorres: el Templo de San Antonio Panzacola, la Fonoteca Nacional, la casa de Jesús Reyes Heroles, entre otros puntos.
Álvaro Obregón
En la colonia Roma, es una calle vibrante de gran vida entre restaurantes, bares y hasta espacios de arte. Sin embargo, algo de lo que más llama la atención es su camellón con diversas fuentes inspiradas en la mitología griega y romana. Sin duda es una de las mejores recomendaciones para transitar o simplemente para descansar mientras se hace un paseo en los alrededores de la zona.
Presidente Masaryk
Constantemente llamada “la Quinta Avenida mexicana”, es el lugar donde están las boutiques de lujo internacionales, restaurantes de renombre y varios bares para los noctámbulos. Se ubica en Polanco y apenas en 2014 se sometió a una remodelación para hacerla más peatonal. Además de mezclar edificios modernos con casonas de la época porfiriana, también suele ser sede de algunas actividades culturales que no puedes perderte.
Avenida de los Insurgentes
Esta avenida de casi 30 kilómetros debía estar en este top. Recorre la ciudad prácticamente de sur a norte, así que los escenarios que muestra suelen ser cambiantes, pero sumamente interesantes. Por ejemplo, al recorrerla vas a pasar por Ciudad Universitaria, los edificios corporativos en la colonia Del Valle, la vida más bulliciosa en la Roma, la parte histórica de la Tabacalera y el punto final en el límite de CDMX.
Amores
Esta calle puede pasar desapercibida entre la retícula general de CDMX, sin embargo, guarda varios detalles importantes: nace en Viaducto y termina en Río Churubusco; cruza por la colonia del Valle, de las más icónicas de la ciudad, donde pueden verse aún construcciones de época, negocios locales y la vida de barrio. Pero algo que la hace única es la temporada de jacarandas, pues literalmente se tiñe de morado a los dos lados y se vuelve uno de los pasajes obligados para apreciar este espectáculo de la primavera.
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