El primer disco de estudio es difícil. Es la carta de presentación de una banda al mundo, pero a pesar de eso, se trata de un proyecto que puede tomar años en formarse, que nace cuando una banda es desconocida y donde no tienen presión por hacer algo grandioso y rendir cuentas, sino donde experimentan para hacer un sonido que los distinga.
El segundo disco es aún más complicado. Después de la fama inicial, de conseguir seguidores y hacerse del dinero y el tiempo para vivir de la música, una banda debe mostrarse a la altura de las circunstancias. Con el segundo disco deben probar que no son un One Hit Wonder y muchas veces tienen que optar entre seguir con el sonido con el que se dieron a conocer o transformarse y correr el riesgo de ser tachados de un fraude que sólo sigue tendencias.
En 1994 Café Tacvba vivió todos esos cuestionamientos, después de su famoso disco homónimo, la banda decidió empujar aún más lo que los dio a conocer y lanzaron Re, un experimento sonoro donde vertieron todo lo que buscaban ser. El resultado se convirtió en el disco más importante del rock en español hasta el momento.
Café Tacvba nos dio un disco lleno de mariachi, bosa nova, funk, heavy metal, mambo, garage, ska y mucho más. El disco es una algarabía de géneros donde los entonces jóvenes experimentaron hasta más no poder y donde parece que en cada canción encontraban el hilo negro de cómo hacer que fuera un éxito (por lo menos en la comunidad alternativa).
24 horas, El metro, El baile y el salón son canciones que todos recuerdan y que hacen bailar a uno casi 30 años después del lanzamiento del disco, pero sin duda Ingrata fue la más conocida y la que lanzó a la banda a terrenos desconocidos para ellos en ese momento. Irónicamente, hoy es la canción más polémica de la banda y una que han tratado de cambiar para adecuarse a la realidad del siglo XXI.
Ingrata ha pasado de ser evitada, a ser transformada. Las letras se han cambiado y la idea misógina que apela a un feminicidio (en un país que desde entonces ya vivía una crisis de violencia contra la mujer) se ha convertido en un canto abogando por los derechos y la equidad. La historia no se puede borrar, la música se puede transformar, pero el legado de esa canción se mantiene presente y junto a él, un disco que transformó la escena internacional del rock.
Considerado el White Album de la música en español, Re es una de esas piezas que pueden ser guardadas por años, desempolvadas y revisadas bajo nuevos parámetros, unos donde tal vez se le pueden encontrar nuevas problemáticas, pero también unos donde no se puede negar la genialidad del disco en conjunto.