Domingos lentos, buena compañía y comida deliciosa. Si todo eso suena como tu plan perfecto para un domingo de bajón, el brunch dominical en Pórtico, el restaurante del Hotel Andaz, tiene que estar en tu lista. En pleno corazón de la ciudad, este brunch se siente como un regalo que te haces a ti mismo: elegante pero relajado, con opciones para todos los antojos y una atmósfera que invita a quedarte más tiempo del planeado.
Fui un domingo sin muchas expectativas y salí convencida de que lo voy a convertir en ritual. Lo primero que notas es el ambiente: moderno, amplio, lleno de luz, con una decoración que hace que te sientas de vacaciones fuera del ajetreo de la ciudad. Ideal para ir con amigos, en plan date o hasta con la familia completa.

El brunch del Hotel Andaz es buffet, pero es de esos que están pensados con intención y calidad. Empezamos con jugos frescos, fruta tropical y una barra de ensaladas súper bien curada (y claro mimosas, porque un brunch sin mimosas, no es un brunch). Luego vino lo bueno: estación de huevos al gusto (yo pedí unos motuleños espectaculares), carnes a la parrilla, pescados a la plancha, opciones vegetarianas, y un sinfín de platos que iban desde lo clásico hasta lo inesperado. Los camarones son un must y no te puedes ir sin probarlos.
Los panes y pasteles merecen mención especial porque si pensábas que ya habías terminado, déjanos decirte que vas a tener que hacer espacio porque casi que podríamos dedicar una visita completa para probar todos los postres.
El servicio fue impecable y muy atenti, y eso, sumado a la vibra del lugar, hace que quieras quedarte ahí toda la tarde.


Además el precio está increíble porque es la prueba de que lo bueno no está peleado con el precio tomando en cuenta que hay muchísimas opciones que todos van a amar. El precio es de $850 por adulto y $450 para niños, el brunch en Pórtico no es solo una comida: es una experiencia para desconectar y disfrutar de la ciudad con calma y con pausa.
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