Lo primero que se nos viene a la mente cuando escuchamos de una bruja en nuestra cultura es la imágen de una mujer fea, con una escoba y grandes poderes malignos. Si eres de los que piensan así, no es tu culpa. Históricamente el término se relacionó con hechiceras cuyo poder se asociaba con fuerzas oscuras, por eso desde el siglo XV se documentan las primeras cacerías de brujas que mataron a miles de mujeres.
Lo que muchos no saben es que ese momento coincide con el período clave del desarrollo de la ciencia moderna. De hecho, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México titulado “el retorno de las brujas”, muchos de los precursores de la revolución científica eran astrólogos, alquimistas y protocientíficos que exploraban esos conocimientos milenarios. Sin embargo, se decidió aniquilar y callar a las mujeres específicamente por el miedo de darles peso en la sociedad y por la amenaza que representaban para los los poderes importantes de la época.
Entonces, en una época de gran desconocimiento científico, con tanta influencia religiosa y un patriarcado absoluto, una mujer educada, curiosa, con opiniones diferentes, con el poder de sanar, intuir cambios, enamorar o ver la sexualidad como algo natural, era inaceptable.
La bruja de hoy no es muy diferente a la del pasado, lo que ha cambiado es la percepción colectiva y los avances científicos que han logrado respaldar lo que en su momento era desconocido. Esto, sumado al cambio drástico del rol de la mujer en la sociedad, y la influencia de culturas como la India, donde la palabra bruja significa “mujer sabia” en sánscrito, ha regresado poder a las brujas.
Hoy las brujas son mujeres espirituales, guapas, modernas, sofisticadas, preparadas, curiosas y que trabajan en su inteligencia emocional. Bruja se le atribuye a quienes confían en su instinto y buscan estar conectadas con su mundo interior; quienes creen en la energía del universo y confían en el poder que tienen de transformar su realidad con sus pensamientos y acciones. La bruja es empoderada, empodera a su tribu, tiene información valiosa que compartir y crea la vida que quiere a través de su poder de manifestación.
Algunas de las más poderosas del mundo encontraron su magia y superaron el miedo a compartirlo. Oprah Winfrey, Adele, Beyoncé, JLo y la más controversial, Gwyneth Paltrow, son celebridades que hablan abiertamente de sus prácticas para escucharse, para manifestar sus sueños, y hasta sus rituales y terapias alternativas para sentirse bien.
Si eres la que sientes que no quieres estar en un lugar y no sabes por qué; que “hay algo que te llama” y quieres hacerlo en contra a lo que te diga la razón o la sociedad; o que simplemente estás conectada con tu sexualidad y tu poder creador, no estás loca y no estás sola. Tu también tienes ese poder intuitivo y también eres bruja.
Brujas son sólo mujeres que están volviendo a conectar con su intuición, que están aceptando su sensibilidad y redescubriendo la fuerza de su voz interior; que están creando espacios para compartir ese poder, hablar de la magia de la mujer sin tabú. Algunos de los eventos más grandes que se están atreviendo a normalizar el tema en México son el bazar místico de Maxicca y el festival de introspección de Bomthea, pero hay miles de eventos y retiros a los que cada vez se suman más mujeres.
¿Qué pasaría si todas perdemos el miedo? No sólo estarían las brujas de moda, sino que aumentaría la cantidad de mujeres libres, felices y plenas. Si quieres inspirarte, métete en Instagram y busca el hashtag brujas, con todas sus variaciones, y verás las millones de mujeres que se están atreviendo a despertar y escucharse.
Carol Pérez Asuaje es co-fundadora de Bomthea, un movimiento que busca potenciar un despertar en quienes quieren conectar con su intuición y su belleza interior. Imparte talleres de storytelling, escribe sobre terapias alternativas y es conferencista internacional sobre expectativas y vulnerabilidad.
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