Si estás en plena preparación de tu boda/el día más esperado de tu vida y las ganas de controlar todo lo que te rodea está poniendo tus nervios de punta, tenemos que decirte que te has convertido en toda una bridezilla. Descrito como “una mujer ridícula que piensa que ella es el centro del universo, solo porque su “show” (la boda) es en 18 meses y siente que todo el mundo tiene que dejar todo por el gran evento”, este síndrome lo sufre más de una.
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No te lo tomes personal, las mujeres caen de manera inconsciente en este síntoma y difícilmente se dan cuenta que se les está saliendo de control su situación. Sin embargo, si te identificaste con la descripción y sientes que podrías estar siendo una bridezilla, estar al pendiente de estos datos te podrían hacer tocar fondo y disfrutar más los preparativos de tu boda.
Perfección es tu segundo nombre
Ok, entendemos que hay personas perfeccionistas que no descansarán hasta que todo les salga tal y como lo pensaron. Sin embargo, las bridezillas lo llevan a otro nivel y mientras tratan que todo les salga de la mejor manera, afectan a terceros con su intensidad.
No disfrutan la planeación de su boda
Organizar el día de tu boda es algo que, por lo general, solo se hace una vez en la vida. Sin embargo, las bridezillas sufren estrés y ansiedad cada vez que hablan del gran día y no pueden evitar salirse del control por sus nervios traicioneros.
Sus bridesmaids huyen de ella
Una parte fundamental del día de tu boda es tu squad de damas de honor. No importa si son familiares, mejores amigas o combinadas, seleccionar a las mujeres que te acompañarán en esta aventura suele ser una de las decisiones que más estresa a las novias. Sin embargo, tras escogerlas, ¡el estrés no acaba! Ahora sigue el drama de elegir el color y vestido que usarán y luego cómo y cuántas despedidas de soltera habrán. Por eso, llega un punto que las damas HUYEN a toda costa de la futura Sra. ____ pues, prefieren no verse involucradas con todos los preparativos y ahorrarse situaciones incómodas con su amiga.
No hablas de otra cosa más que de tu boda
Aunque para ti no existe cosa más importante que tu gran día, al resto del mundo no le interesa saber todos los detalles de tu boda. Escucharlo una o dos veces será más que suficiente y cambiar de tema te ayudará a poner los pies sobre la tierra y recordar que solamente darás el siguiente paso.
No mides los gastos
¿Quieres una despedida en Las Vegas, otra en Playa del Carmen y una que otra comida en la CDMX? ¿El vestido de tus damas cuesta una fortuna? ¡Definitivamente podrías estar convirtiéndote en una bridezilla! Aunque para ti no signifique un gasto y puedas tener 101 despedidas alrededor del mundo, deberás pensar en la economía de tus damas pues, probablemente no todas tengan la capacidad de seguirte el ritmo.