Para nosotros es muy fácil ir a una tienda y tomar cualquier botella de vino, pero detrás de muchas de ellas existen historias de mucho trabajo y esfuerzo por lograr hacer un vino que tenga el sabor perfecto para darte ese momento de felicidad que buscas.
Bodegas Emilio Moro es una casa vinícola que vive esa historia en cada botella y que a pesar de estar en México desde hace años, ahora llega a redoblar sus esfuerzos para convertirse en una de las bodegas favoritas del público mexicano. A continuación, te presentamos algunas de las etiquetas que han hecho de Emilio Moro uno de nuestros vinos favoritos.
Emilio Moro es un vino que lleva orgullosamente el legado de su fundador. Este vino tinto es una joya elaborada con uvas tempranillo de viñedos de mediana edad, y su proceso de fermentación se lleva a cabo en depósitos de acero inoxidable bajo estrictas condiciones de temperatura. Su envejecimiento en barricas de roble francés y americano le otorga un carácter excepcional.
Al degustarlo, uno se encuentra con un color rojo granate intenso. La nariz revela su seriedad y elegancia, y a medida que se decanta, su intensidad y complejidad aromática se intensifican, con una mezcla frutal como su esencia. En el paladar, presenta un cuerpo sólido, con taninos maduros y sedosos, dejando un agradable y duradero sabor tras cada sorbo.
Pasando a los vinos blancos de Bodegas Emilio Moro, nos encontramos con Polvorete, un vino vibrante, juvenil y disfrutable. Su color es de un atractivo amarillo pajizo y tiene una esencia frutal con toques cítricos que aportan un toque refrescante. A pesar de su juventud, se pueden apreciar matices propios de su crianza sobre lías y una ligera mineralidad. En boca, su equilibrio entre acidez y cuerpo es perfecto, dejando una sensación placentera y refrescante tras cada sorbo.
Por otro lado, El Zarzal es un vino que respeta y realza la identidad de la variedad godello, sin renunciar a su frescura. Sorprende con su expresividad y complejidad, encontrando notas de fruta blanca, anís de flores secas y una mineralidad característica de las grandes añadas, matizadas por su tiempo en madera. La acidez natural del godello se integra perfectamente con la untuosidad que le aportan las lías, resultando en un vino armonioso y de gran agrado al paladar.
Estos vinos blancos, Polvorete y El Zarzal, forman parte de la selección de Bodegas Emilio Moro, elaborados con uvas godello cultivadas en sus viñedos en El Bierzo.
Las Bodegas Emilio Moro son un verdadero testimonio de la pasión y dedicación a la viticultura, con más de un siglo de amor por la tierra, un cuidado meticuloso en cada detalle y la capacidad de escuchar a la viña. Cada botella que sale de sus bodegas lleva la huella de su carácter y su profundo amor por el vino.
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