En pocas palabras el tinto de verano no es más que vino tinto mezclado con refresco de limón y un poco de hielo, y aunque los amantes del vino pudieran estar en contra de esta bebida refrescante con origen español, lo cierto es que –haciéndole honor a su nombre– es una de las mejores formas de disfrutar el verano sin pretensiones.
Sin embargo, hay una receta que resulta mucho más fresca que el propio tinto de verano: ¡el blanco de verano! La combinación del vino blanco, el refresco y el aroma de un par de frutas resulta muy interesante para acompañar una tarde calurosa. Ya entrados en esto, si eres amante de la mixología, puedes llevar la bebida al siguiente nivel con ron, ginebra o vermut para disfrutar mucho más.
Para la elaboración del blanco de verano podemos elegir la variedad de vino blanco que más nos guste o el que tengamos a la mano, pero variedades como el sauvignon blanc o chardonnay son las mejores opciones por su aroma y frescura. A continuación la receta para comenzar a practicar:
Ingredientes:
– 1 botella de vino blanco
– Refresco de limón
– 2 manzanas picadas en trozos
– Jugo de limón natural (2 piezas)
– Menta o hierbabuena
– Vermut blanco (opcional)
Instrucciones:
1. Pela las manzana y córtalas en trozos pequeños.
2. Mezcla en una jarra grande el vino blanco, el refresco y el jugo de limón. La cantidad de refresco a añadir dependerá de qué grado de alcohol quieres que tenga, un litro es la cantidad ideal.
3. Añade los trozos de manzana, la menta o hierbabuena y revuelve.
4. Sirve en vasos con hielo y asegúrate de echar trozos de manzana para acompañar la bebida. ¡Disfruta!
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